EL domingo 1 de julio del presente año 2018 ya se aproxima. En esa fecha por primera vez se va elegir la mayor cantidad de candidaturas en la historia de México, ocupando un primerísimo lugar de importancia la disputa por la Presidencia de la República.
Por este motivo la Federación entregará a los partidos políticos la friolera de 6,788 millones de pesos para la contienda, lo que representará 7.9% más que en 2012; o sea, 363 millones más.
Sorprende y exaspera que, habiendo miríadas de pobres en nuestro país, tengamos una democracia que inequívocamente puede declararse como una de las más caras del orbe.
Y es que, mañosamente, son los mismos partidos por medio de sus bancadas legislativas los que se las han arreglado para que cada año en que presentan el Presupuesto de Egresos de la Federación, matizándonos el claro mensaje de que “todos nos debemos apretar el cinturón” para la optimización del gasto, al final ellos quedan exentos de esta medida con el consiguiente obsceno incremento de sus prerrogativas. Ergo, cada vez es más lucrativo mantener la franquicia partidaria.