¡¡AGUAS!! Tome usted con reserva esta reflexión pero hay alarma en todo el orbe porque se percibe que ya viene ¡la Tercera Guerra Mundial! Y aunque ya no habrá quién escriba sobre la Historia de la Tierra, pues está previsto que la conflagración nos aniquilará por completo debido a que los arsenales disponibles obligarán el uso masivo de armas nucleares, el nombre del botarate Donald John Trump quedará grabado –¡¿dónde?!–, como el promotor y único autor del holocausto planetario… El bombardeo del viernes con misiles gringos “Patriot” contra Siria representa, para muchos analistas y observadores del panorama mundial, el factor que puede detonar la Gran Guerra Final. Esto porque Rusia e Irán, aliados y protectores de Siria, no se muestran dispuestos a asimilar sin consecuencias la agresión de Estados Unidos, Francia e Inglaterra contra ese país de mayoría musulmana. Por lo tanto se debe esperar en cuestión de horas, o a lo sumo de unos cuantos días, una trepidante réplica de gran contundencia bélica que sin duda generará reacciones en cadena. Ha de cebarse la venganza rusa-iraní-siria en algún punto que resulte altamente sensible para Occidente, en el entendido de que la confrontación es contra y desde el Este, donde hay tantas armas nucleares como en el lado opuesto. Se trata de una situación muy delicada –créame: esto no es una exageración–, en la que se ha colocado al mundo entero por la inverecundia del egocéntrico y archi-racista inquilino de la Casa Blanca, al atacar en tal forma al país árabe disque por usar armas químicas en contra de opositores en la ciudad de Duma del presidente Bashar Al-Assad. Pese a que éste ha rechazado de manera rotunda tal acusación, los tres países aliados urdieron y realizaron el ataque con misiles, lo que llevó a Trump a exclamar jubiloso: “¡Misión cumplida!”. El presente caso tiene mucho parecido con lo actuado en Irak en 2007 contra el otrora presidente Sadam Hussein, cuando el mandatario yanqui George W. Bush le imputó la posesión de armas de destrucción masiva. Hubo la intervención de inspectores de la ONU para verificar la versión y, tal como lo negó el dirigente iraquí, no encontraron por ninguna parte ese tipo de armamento en aquella otra nación musulmana. Pero de todos modos las fuerzas del Pentágono arrasaron los dominios de Hussein y lo convirtieron a él en perro del mal, hasta propiciar su muerte a manos de una turbamulta. Ahora, el presidente ruso Vladimir Putin ha advertido que lo del ataque del viernes contra Damasco “tendrá consecuencias”, por tratarse de una agresión sin ninguna justificación a un país soberano. Y este domingo en conversación con su homólogo iraní Hasan Rohani señaló que si hay nuevos ataques de las potencias occidentales contra Siria “provocarían caos en las relaciones internacionales”.
Luis Donaldo Colosio
Las Grandes Dudas sobre el Magnicidio de Colosio. . . !
EN un día como hoy, hace veinticuatro años, fue asesinado Luis Donaldo Colosio Murrieta. En minutos la noticia le dio la vuelta al mundo. Era el candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional y aparentemente todo lucía llano para su triunfo en las elecciones del 21 de agosto de aquel año, 1994.
DUDAS SOBRE UN MAGNICIDIO*
(Si aún viviera Colosio, mañana 10 cumpliría 68 años)
El asesino solitario, la acción concertada y un segundo tirador son hasta hoy hipótesis poco convincentes del homicidio que cimbró a México en marzo de 1994.
HACIA mediados de la década de 1990, la revolución institucionalizada en México parecía haber dejado muy atrás la violencia política expresada a través de los magnicidios. El último de ellos había sido perpetrado contra el presidente electo Álvaro Obregón en 1928, año marcado por una encarnizada lucha por el poder y un prolongado conflicto religioso.
Sin embargo, poco más de seis décadas después tuvo lugar en el país otro atentado de esas dimensiones cuya víctima fue el entonces candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Presidencia de la República, Luis Donaldo Colosio Murrieta. Si bien en ambos casos se atrapó y condenó a los presuntos autores materiales, a ojos de la opinión pública han quedado como misterios sin resolver las autorías intelectuales y los verdaderos motivos de los asesinatos de estos dos políticos sonorenses.
Nacido en Magdalena de Kino, Sonora, el 10 de febrero de 1950 (Nota de ‘Ventaneando’: Mañana sábado cumpliría 68 años), Luis Donaldo Colosio siguió los pasos de su padre por el sendero de la política. Luis Colosio Fernández fue presidente municipal, secretario de Agricultura de su estado natal y senador por el PRI. Como preparación para continuar por ese mismo camino, el joven Luis Donaldo estudió Economía en el Tecnológico de Monterrey. Luego cursó la maestría en la Universidad de Pensilvania y posteriormente realizó una estancia de investigación en el Instituto Internacional para el Análisis de Sistemas Aplicados, en Austria. Siempre destacó como estudiante y sobresalió desde niño como orador.