EL cabrito al pastor es un platillo típico del noreste mexicano. La rivalidad de su origen lo disputan Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. Lo cierto es que desde la época colonial existía en las Provincias de Oriente abundante ganado caprino. Su adaptación se logró en las zonas montañosas desérticas y semidesérticas, donde existen condiciones climatológicas y flora adecuadas. Por ello, no es difícil imaginar que cualquiera de estas entidades sea cuna del apreciado platillo.
EL SUBCOMANDANTE INSURGENTE MARCOS Y LA LITERATURA.
El tampiqueño que por su expresión ideológica llegó a ser considerado un Best Seller por la intelectualidad de Francia y de otras naciones de Europa, escribió a los 13 años su primer poema. “Yo estaba en secundario, como se dice en Argentina”, refiere en una entrevista de 1996, en la que recordó las circunstancias de melancolía en que se hallaba.
TIENE razón el ensayista Christopher Domínguez Michel cuando afirma que el subcomandante Marcos es la figura literaria tampiqueña –yo agregaría tamaulipeca–, más comentada en la historia mexicana.
Esto no significa que Tamaulipas no haya aportado escritores representativos en los últimos siglos; pero resulta difícil jactarse de una figura sobresaliente en el campo de la letras como sucede en otras entidades: Alfonso Reyes (Nuevo León), Manuel Acuña, Julio Torri, Artemio de Valle Arizpe (Coahuila); Manuel José Othón (San Luis Potosí), Salvador Díaz Mirón (Veracruz), Juan Rulfo, Juan José Arreola y Agustín Yáñez (Jalisco); Jaime Sabines y Juan Bañuelos (Chiapas), Alí Chumacero (Nayarit) y Jesús Gardea (Chihuahua), por citar una muestra.