EN unos años, el fentanilo ha pasado de ser sólo un problema de salud pública a convertirse en la palabra que condiciona las espinosas relaciones entre Estados Unidos y México. Porque decir fentanilo es decir narcotráfico, violencia y muertes. En nombre del opiáceo se capturó en julio al Mayo Zambada, líder del cartel de Sinaloa, tras un opaco secuestro que acabó con el criminal detenido en territorio estadounidense. Ya entonces se hablaba de una operación electoral: los republicanos clamaban contra los carteles mexicanos, es decir, contra el fentanilo que mata cada año alrededor de 100,000 personas en Estados Unidos, y los demócratas no podían estar ajenos a esa misma lógica. Meses después y con Donald Trump ya casi sentado en el despacho Oval, el fentanilo sigue emponzoñando el debate entre ambas naciones.
Las tortillas de los tacos traen de cabeza a México
LOS tacos mexicanos se encuentra hoy en día por todo el mundo, cosas de la moda y de la globalización. Si usted recala en una taquería de Madrid, por poner un ejemplo, es muy probable que las tortillas de maíz en que se envuelven provengan de una de las fábricas de harina del emporio mexicano Gruma, que tiene plantas en Estados Unidos, Europa, Asia, Centroamérica y Oceanía, además de México, claro está.