N este mes todos los medios de comunicación nos recuerdan todos los días y a todas horas que febrero es el Mes del Amor. Este recordatorio es fruto de un bombardeo publicitario en el cual se promueven centros y cadenas comerciales, restaurantes, marcas de chocolates, electrodomésticos, ropa, viajes, cadenas de televisión.
Se promocionan, así, todo tipo de productos que, obviamente, van dirigidos a personas de las más diversas edades.
Los anuncios publicitarios buscan demostrarnos, con imágenes de hombres y mujeres en situaciones tiernas, que el amor no tiene edad para manifestarse. Así, no es extraño ver en la pantalla o en diarios o revistas multitudes de imágenes que representan a pequeños niños dándose un beso o una pareja joven caminando abrazada por la playa. O bien, a una pareja madura que con ternura se toma de las manos; incluso podemos apreciar a abuelos cuyas cabezas se tocan con afecto.