CUENTA la leyenda que un día Doña Verdad y Doña Mentira se cruzaron en el camino. “Buen día Doña Verdad”… “Buen día Doña Mentira”. “Hermoso día”, dijo Doña Mentira. Doña Verdad levantó la vista y miró a su alrededor para comprobar si era cierto, y sí lo era.
“Aún más hermoso está el lago”, dijo Doña Mentira , y entonces la Verdad miró el lago y comprobó que la Mentira decía la verdad, y asintió.
Entonces la Mentira corrió hacia el lago y dijo: “El agua aún está más hermosa; te invito a nadar”. La Verdad tocó el agua con los pies y confió en la Mentira. Se despojaron de la ropa y nadaron tranquilas.
Doña Mentira saltó del agua y se vistió con la ropa de Doña Verdad, y rápidamente se fue llevando la suya en las manos. Doña Verdad extrañada y confundida por la acción de la Mentira, comenzó a caminar sin ropa y todos se horrorizaron al verla.
Así es… Hoy la gente prefiere aceptar a la Mentira disfrazada de Verdad, y no la Verdad desnuda.