CUENTA la leyenda que un día Doña Verdad y Doña Mentira se cruzaron en el camino. “Buen día Doña Verdad”… “Buen día Doña Mentira”. “Hermoso día”, dijo Doña Mentira. Doña Verdad levantó la vista y miró a su alrededor para comprobar si era cierto, y sí lo era.
“Aún más hermoso está el lago”, dijo Doña Mentira , y entonces la Verdad miró el lago y comprobó que la Mentira decía la verdad, y asintió.
Entonces la Mentira corrió hacia el lago y dijo: “El agua aún está más hermosa; te invito a nadar”. La Verdad tocó el agua con los pies y confió en la Mentira. Se despojaron de la ropa y nadaron tranquilas.
Doña Mentira saltó del agua y se vistió con la ropa de Doña Verdad, y rápidamente se fue llevando la suya en las manos. Doña Verdad extrañada y confundida por la acción de la Mentira, comenzó a caminar sin ropa y todos se horrorizaron al verla.
Así es… Hoy la gente prefiere aceptar a la Mentira disfrazada de Verdad, y no la Verdad desnuda.
Esto sucede en la vida cotidiana. En nuestras casas, en los negocios, en la escuela y más en la política. Damos por hecho que lo que prometen o dan por hecho es cierto aunque sea una real mentira.
Hoy en todos los medios de comunciación el tema es si se sigue construyendo el nuevo aeropuerto de la Ciuad de México o se cancela y se deja el actual, pero habilitando dos pistas en el que sirve de base aérea militar en Santa Lucía.
Los expertos mundiales hace años dijeron que no es posible porque se cruzarían en el aire los aviones que aterrizarían en uno u otro. Es decir, técnicamente NO se puede.’
Sin embargo, el presidente electo dijo en campaña que se cancelaría el nuevo aeropuerto y desea hacer una consulta pública con el pueblo como si nosotros supiéramos de navegación aérea en puntos coincidentes en los aterrizajes.
En este asunto Doña Verdad debe de estar representada por científicos que conocen de las rutas o carreteras aéreas como ha sucedido con todos los aeropuertos construidos en el mundo y que fueron supervisados, aprobados y certificados por ingenieros muy especializados.
Pero como esto está bien politizado, Doña Mentira ya metió su cuchara. Hoy el presidente electo tiene un dilema: O recula y revisa bien los contratos ya adjudicados y sigue la construcción o lo cancela con un daño económico a las finanzas nacionales de más de 100 mil millones de pesos.
¿El pueblo opinando sobre algo que no conoce? Para eso eligió un presidente y él debe tomar decisiones. Además, la consulta no es viable hasta el año 2021 porque así lo marca la ley.
Porque, podemos quedar como Doña Verdad… encuerados ante los ojos del mundo, como poco serios en asuntos tan delicados donde los inversionistas desean seguridad y la vigencia del Estado de Derecho.
* Político de Tampico, con
larga trayectoria en el PRI.
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Ventaneando, Lunes 3 de Septiembre de 2018.