PARIS.- En aquel mes de enero de 1891, uno de los carros sin caballos del ingeniero Emilio Levassor, un cuatro plazas, motor central Daimler de dos cilindros en “V”, abandona cada mañana, produciendo una serie de traquidos, la fábrica Panhard y Levassor, en la avenida Ivry en París, para un recorrido de prueba en los bulevares de Los Mariscales, en dirección a Boloña.