LA última cita entre Emiliano Zapata y Jesús María Guajardo tuvo un desenlace fatal. Ya se habían visto un día antes, el 9 de abril de 1919, en la estación ferroviaria de Jonacatepec, Morelos. A pesar de no conocerse en persona, Guajardo, un coronel del ejército de Venustiano Carranza, se había ganado la confianza del jefe del Ejército Libertador del Sur.