PRUEBE a decir estas frases en público. Yo soy aquél. Qué sabe nadie. En carne viva. Escándalo. Seguro que alguien las completa con una estrofa sepultada en su inconsciente. Como la magdalena de Proust. Como el perro de Pavlov. Cada una de las 300 canciones del repertorio de Raphael desencadena una respuesta automática en el imaginario de tres generaciones de españoles.