DENTRO del marco de la sociedad capitalista una respuesta simple a la pregunta del encabezado sería que la prostitución existe porque sigue las leyes de la oferta y la demanda. Mientras haya quien pague por “un rato de placer” habrá otro que ofrezca ese “servicio” al mejor postor. Sin embargo, el problema es complejo. Inexplicable en casos tan notorios como el del golfista que teniendo una esposa preciosa mantenía relaciones furtivas con muchas otras mujeres a las que pagaba por sexo.
Muchas figuras de la política han caído en desgracia cuando se les comprueba que pagaban sexoservidoras. Las estadísticas muestran que los solicitadores de prostitutas pueden ser doctores, abogados, contadores, maestros, albañiles, jornaleros, etcétera. Muchos de los que son arrestados por solicitar sexo a cambio de un pago son hombres casados, a veces que mantienen varias relaciones a la vez y que no cumplen con el estereotipo del hombre tímido y solitario.