TRUMP nos hará mejores. Parecería una frase impresa en una camiseta de un fanático de MAGA. Pero bien mirado, podría ser también un reconocimiento a los beneficios, involuntarios y de rebote, que la presión de un buleador puede provocar en su víctima, a condición de reaccionar con madurez y cordura. Si las crisis ayudan a crecer, Trump se ha convertido en un partero de oportunidades, luego de meter al mundo en tanto embrollo. Cuesta trabajo verlo así, pero veamos algunos casos (son ejemplificativos, no exhaustivos).
La cabeza fría no bastará
¿Mantener la cabeza fría debe seguir siendo la estrategia por parte del gobierno mexicano para enfrentar a Trump o es el momento de revisarla? La mayor parte de los comentaristas serios, incluso de oposición, asumen que ha sido una actitud correcta, considerando el escaso margen de maniobra que ofrece la vulnerabilidad de México y el enorme daño que puede provocar un embate de Trump.
No es la gentrificación o la xenofobia, es la violencia
EL tema no nació en La Condesa, es obvio. En muchos lugares del mundo hay una tensión creciente entre la necesidad de abrirse y la necesidad de protegerse. De los productos chinos que abaratan la vida y a la vez destruyen las cadenas productivas locales; de la migración del tercer al primer mundo que genera rechazo entre la población blanca que, por otro lado, encuentra imposible vivir sin nanas, jardineros y recolectores de cosechas. El planeta está cruzado por estas contradicciones entre lo global y lo local.
Tomar nota: Trump no tiene límites
HABRÁ que concederle a Donald Trump la habilidad para encontrar una y otra vez nuevas e inesperadas formas de incordiar al mundo. Cuando la intensidad de los incendios, generados por la imposición de tarifas, parecía atenuar, se las ingenió para escalar sus pleitos con las universidades de élite; se confrontó con su más fuerte aliado: Elon Musk, e inició una guerra interna en su país desplazando a la Guardia Nacional a Los Ángeles en contra de la voluntad del gobernador y la alcaldesa. Todo en el lapso de una semana.
Se busca oposición
TRAS siete años de gobiernos de la 4T, habría que preguntarse cuanto tiempo más tardará la oposición en hacer algo más que quejarse de las “perversidades” de Morena. Inventariar los errores de los ganadores o la prepotencia con la que gobiernan, es parte de la tarea de toda oposición. Pero cuando se convierte en la única estrategia para intentar atraer el voto de las mayorías, el empeño está destinado al fracaso.
Seguridad pública, los resultados que no se ven
LAS estadísticas sobre violencia en México arrojan más preguntas que respuestas. Por un lado, las cifras de asesinatos que ofrece el gobierno federal muestran una reducción sustancial; 58.3 víctimas diarias en lo que va de abril, frente a 100 hace seis años u 87 hace seis meses. La disminución en lo que va del sexenio de Claudia Sheinbaum representaría alrededor de 33%. Donde morían tres, hoy mueren dos, por así decirlo. No es poca cosa para tan corto tiempo.
Sheinbaum, ¿Jefa de Estado o Militante de Morena?
¿QUIÉN manda en Morena? ¿Alguien manda? La respuesta inmediata sería Claudia Sheinbaum, en su calidad de heredera del bastón de mando del movimiento y presidenta del país. En este espacio he sostenido que el peso de las decisiones dentro de esta fuerza política lo lleva ya Sheinbaum, como resultado de la inercia del presidencialismo en nuestro país, la popularidad que ha conseguido y la capacidad de liderazgo mostrado, en particular en su relación con empresarios y en las controversias con Donald Trump.
Sheinbaum y López Obrador, box de sombra
ES tan apabullante el dominio político de Morena y tan débil la oposición, que por el momento parecería que la única esperanza de críticos y adversarios reside en apostar por la descomposición interna y las fracturas del grupo en el poder. Un deseo comprensible, pero que en ocasiones remite a lecturas absurdas o, de plano, tan forzadas que resultan involuntariamente cómicas.
México es mucho más que los arrebatos de Trump
SÍ, Donald Trump es todo eso de lo que venimos indignándonos, pero México es mucho más que ese personaje y lo que representa. Dejemos atrás los lamentos y afrontemos de la mejor manera posible el impacto del tsunami desatado. Si de un lado hay un infante empoderado y encaprichado, habrá que demostrar que de este lado hay un adulto responsable en la mesa.
Trump, ¿qué sigue?
EL regreso de Donald Trump es, en efecto, una mala pasada de la vida; una putada en buen español. No solo se trata del daño puntual que puede provocar. La victoria de Trump representa en sí misma la constatación de los males del mundo en que ya hemos entrado. Nadie lo ha dicho mejor que Antoni Gutiérrez-Turbi(..):