AL presidente Andrés Manuel López Obrador no le gusta la prensa que no lo sigue o que no lo apoya. Le incomoda que lo critiquen y desde que fue candidato y ahora como presidente los medios de comunicación que no están de su lado lo mortifican al grado de denostarlos.
Los ataques a la prensa han sido una constante en la historia política de López Obrador. Sin hacer una distinción, con el mismo rasero califica y denigra a todos los medios y los reporteros, acusándolos de corrupción o de mentir por el simple hecho de que no están de acuerdo con sus acciones o con su proyecto político. En este último caso es que ha desacreditado a “Proceso”.