NO hay plazo que no se cumpla y así llegamos al día primero de julio. Debido a que todas las encuestas daban como probable triunfador a Andrés Manuel López Obrador, llegó el momento en que la pregunta no era si iba a ganar sino más bien por cuántos puntos de diferencia lo lograría, de tal forma que podíamos afirmar, parafraseando el título de un libro de Gabriel García Márquez, que se trataba de ‘La crónica de una victoria anunciada’.
Empero, no dejó de sorprender que rebasase el 50% de los votos, siendo la cifra más alta registrada desde que hay comicios democráticos en nuestro país. Por ello es dable asegurar que en esta tercera intentona para alcanzar la Presidencia, Andrés Manuel él supo aglutinar a todas las masas depauperadas por el binomio PRI/PAN, también conocido como Prian, recogiendo el sentir y sufrimiento de millones de mexicanos anhelantes de un futuro mejor.
Y es que después de dieciocho años de gobiernos fallidos, tanto del PAN en dos ocasiones como una del PRI, en los que se acumularon expectativas frustradas, índices de inseguridad en espiral ascendentemente permanente, corrupción rampante y magro crecimiento económico, lo que encontramos al final del camino es a una población agraviada, enojada, hastiada con la clase política en el poder.
Debido a esto, todos y cada uno de los severos y sucios ataques a AMLO no fueron tomados en cuenta por los votantes, de ahí que se le denominara “candidato teflón”; o más pomposamente, como diría el propio virtual Presidente Electo, con todos esos golpes que le lanzaron no le tumbaban ni una pluma a su plumaje.
La ola lopezobradorista cubrió el territorio nacional. Por eso la mayoría en ambas cámaras del Congreso de la Unión le facilitará de algún modo los cambios ofrecidos en su campaña, pero esperemos que sean congruentes con las necesidades más apremiantes.
El tono conciliador con el que se ha expresado ya como vencedor de los comicios les ha dado tranquilidad tanto a tirios como a troyanos. Ante una sociedad polarizada lo que menos conviene es que el líder social, convertido ahora en virtual dirigente nacional, siga atizando la hoguera. Ya pasó la campaña político-electoral y los discursos estridentes deben ser cosa del pasado. Bien por él porque, por lo visto, el López Obrador en vías de ejercer como presidente lo ha entendido así.
Hay que elevar la mira pues México requiere la suma de voluntades para reencontrar el camino del progreso. Le hemos dado a AMLO el aval para que comande las acciones necesarias. Rodearse de gente capaz se vuelve determinante para suplir las carencias que la bonhomía no da: Tiene cinco meses antes de la toma de protesta para articular su plan de gobierno, tiempo más que suficiente tomando en cuenta que por más de tres lustros ha recorrido el territorio nacional y ha palpado las necesidades región por región.
En lo personal considero que uno de los mayores retos que enfrentará el nuevo presidente de todos los mexicanos será atemperar el variopinto conglomerado que lo apoyó. Hay de todo: Desde radicales de izquierda hasta radicales de derecha, pasando por moderados y centristas. Congraciarse con todo el mundo se antoja imposible, por lo que tarde o temprano empezarán a salir desencantados. Mas anteponer los intereses de la nación debe imperar en la toma de decisiones.
AMLO mismo se ha puesto la vara muy alta: Los períodos de la Independencia, la Reforma, la Revolución y el de su sexenio pasarán a la historia como momentos claves de la patria. Esperemos, por el bien de todos, que así sea. O por lo menos que nos deje encaminados hacia una transformación de prosperidad para todos.
Sería deseable que, de aquí en adelante, él pase de ser el político perseverante, terco, irreverente y ocurrente que siempre fue, para convertirse en un verdadero estadista que gobierne para todos, sin distingo de partidos; que sepa escuchar y aceptar las críticas y se rodee de gente capaz y honesta. Así mismo, la ciudadanía debe comprometerse a asumir un rol proactivo que haga sinergia con el gobierno.
Vox populi, vox Dei. Hemos decidido entregar a AMLO las herramientas necesarias para llevarnos a buen puerto. Ojalá que no falle en la conducción, para bien de todos.
* Médico Cirujano Pediatra y analista.
Reynosa, Martes 3 de Julio de 2018.
Ventaneando, Martes 3 de Julio de 2018.