Médico Cirujano Pediatra y analista.
Reynosa, Martes 21 de Agosto de 2018.
México ‘padece’ cuatro sistemas nacionales de salud: SS, IMSS, ISSSTE y PEMEX, por lo cual tiene una carga burocrática en 4 tantos.
PREOCUPANTE, por decir lo menos, es que ante la andanada de propuestas diarias que hemos recibido desde el 2 de julio por parte de la administración que tomará posesión a partir del primer día de diciembre del presente año, los temas referentes a la salud en general han brillado por su ausencia. ¿Será que consideran que estamos muy bien en este tema? Si es así, mal fario se pronostica para la salud de los mexicanos.
A los problemas de salud pública que enfrenta nuestro país, como son las comorbilidades del sobrepeso y la obesidad en general, el diferimiento en el cumplimiento de los esquemas de vacunación en la población infantil, el desabasto parcial de clínicas y hospitales, el aumento en la drogadicción en nuestros jóvenes, el no poder contar con plantillas completas en las nuevas unidades hospitalarias, entre otros factores, se suma el añejo problema de la fragmentación en los servicios de salud al contar con la Secretaría de Salud, el I.M.S.S., el I.S.S.S.T.E y lo que queda de Pemex, amén de los servicios estatales de salud.
Excluyendo los servicios estatales, tenemos cuatro sistemas nacionales de salud con cuatro organigramas que abarcan desde el director general hasta el último empleado, gracias a lo cual tenemos una carga burocrática elevada en cuatro tantos.
Si bien es cierto que sus fuentes de financiamiento son diferentes, considero prudente llevar a cabo un estudio pormenorizado de la posible universalización de los servicios de salud; esto es, que sea un solo órgano rector, que elimine de una vez la fragmentación de dichos servicios, el cual asuma el compromiso de optimizar los recursos para beneficio de los pacientes, efectuar compras consolidadas y canalizarlas en tiempo y forma a las diferentes unidades según sus necesidades, tener una adecuada distribución de médicos según la vocación de cada hospital, no construir nuevas unidades mientras no se haya logrado cubrir las necesidades de las actuales, gastos publicitarios exclusivamente para promoción de campañas de salud, etcétera.
Como punto toral enfatizaría la capacitación y actualización de los médicos de primer contacto, tanto en centros de salud como a nivel rural. Hemos vivido una transición epidemiológica en la que pasamos, como causa principal de muerte, de las enfermedades infecto-contagiosos a las enfermedades crónico degenerativas. Empero, nuestra preparación sigue priorizando a las primeras. Las más de 100 mil muertes relacionadas con la diabetes durante el 2017 nos apremian a tomar las medidas conducentes.
La designación del Dr. Jorge Alcocer Varela, médico internista y reumatólogo, como próximo Secretario de Salud federal, es un enigma ya que su expertis está en el campo de la investigación y no en la salud pública. Su propuesta única hasta el momento es recuperar la infraestructura hospitalaria empezando por las zonas olvidadas.
Buena intención, sin duda, pero los problemas sanitarios de nuestro país son mucho más complejos. La actuación del próximo secretario dependerá en gran medida del grupo de asesores que lo rodeen, en cuya conformación no deberán tomarse en cuenta filias ni fobias sino que la designación sea en realidad en base a la calidad de la personas, independientemente de su historial partidista.
Afortunadamente en nuestro país contamos con médicos con alto nivel de preparación y experiencia en los diferentes campos que bien apoyados pueden contribuir a lograr un verdadero cambio en el sistema de salud, para beneficio de todos.
Ventaneando, Miércoles 29 de Agosto de 2018.