Análisis
Publicado en portada de “El Mañana” de Reynosa.
Viernes 5 de Agosto de 2011.
ESTÁ viva y vigente. Es la Reynosa que bulle, palpita, se agita y trepida al son del trabajo vitalizador, tesoneramente cotidiano. La que vibra y resuena, la que trota y revuela; la Reynosa acompasada y la Reynosa intermitente. La que sabe reír y sabe llorar, pero sabe, sobre todo, sobreponerse con entereza a desdichas y sobresaltos; igual a huracanes que a abusos del poder.
Es la Reynosa de siempre, de antaño y de hogaño. La Reynosa antigua y la Reynosa joven. La de la historia brillante y el anecdotario heroico. Esa Reynosa valerosa y valiente, que arrostró todos los retos y enfrentó riesgos sin fin bajo la égida fundacional del capitán Carlos Cantú y sus iluminados.
Esta Reynosa vivaz y gallarda, decidida y resuelta, que encaró a caciques y politicastros, a hampones y bandoleros e impuso a todos su sometimiento al orden legal y las normas de la convivencia comunitaria. Lo hizo cuando la desaparecida DFS vulneró la seguridad ciudadana. O cuando una cofradía de capitostes defraudó a Pemex y sangró a la patria. Luego lo hizo al sobrevenir aquel felón atentado a la tranquilidad popular traducido en el Problema Pesero. Y lo ha hecho ante cada evento en que los ambiciosos y los descastados pretendieron afectar o zaherir a Reynosa y sus hijos.
Es la Reynosa actual que ha atesorado tantos ayeres. La Reynosa del humanista Marte R. Gómez y del pionero comercial Antonio Nazar. La de aquel heraldo de la palabra escrita que fue Heriberto Deándar Amador, con sus cohortes entrañables Rodolfo Martínez Lerma, ‘El Duende’ y José G. Martínez, ‘El Colorado’. También ha sido bastión de otros bizarros periodistas fuereños, como Francisco Juaristi Juaristi y José Espinosa Ruiz. Cuanto bien le hicieron ellos y cuanto bien, con su obra ubérrima y trascendente, aún hoy en día le hacen a Reynosa.
Es la Reynosa del fecundo servidor público Juan Granados, de las venerables promotoras culturales Minerva Morales de García, Bertha G. de Garza Zamora y del político de buena cepa Manuel Garza González. Cuna, además, del visionario empresario Ramiro Garza Cantú y la investigadora María de Lourdes Altamirano García. También de la portentosa educadora María J. González, del mentor de múltiples generaciones Aníbal Pérez González y del paradigmático hombre de ciencia de amplias luces José María Cantú Garza.
Está viva esta Reynosa que inspiró la tarea venturosa de galenos tan luminosos como los maestros Armando Puig, Joaquín Fregoso, José Zertuche Ibarra, Roberto Peña Vidaurri y José Balderas Galván. De hombres de bien de la talla de José de Jesús Robinson Salido, el ingeniero Rafael Sierra de la Garza, lo mismo que de artistas pluriculturales de polendas como el retratista Antonio Tenorio, el pintor Artemio Guerra, los músicos Ramos Reynoso y el cantor Emilio Valdés.
La Reynosa que nutrió el ejemplo de grandeza mostrado como exitosos empresarios por la transportista Ernestina Icaza, la restaurantera non Argentina Ortega con su “Cucaracha” señorial, y el mueblero Benjamín Tempkin. También de artífices de milagrería en la producción agropecuaria, como lo fueron los hermanos Gómez Lira y lo sigue siendo Mario López Villarreal. Y está vigente esta Reynosa de filántropos y mecenas, de hombres y mujeres caritativos y generosos a cuyo influjo se han desarrollado instituciones de beneficencia y servicio social, casas de enseñanza y centros de cultura.
Es la Reynosa de ejércitos de nativos y batallones de forasteros por igual, unidos todos por el amor, la gratitud y el reconocimiento a su grandeza. Es la Reynosa de los muchos que estamos aquí, en la trinchera diaria, porque –valga el pleonasmo–, no nos fuimos, al golpear la adversidad a nuestra querida ciudad; decidimos quedarnos a honrarla con nuestro trabajo y a defenderla con nuestro coraje.
Por eso, Reynosa vive y vivifica. Reynosa crea, funde y consolida. Es un crisol de voluntades enhiestas y un oasis de valor y pujanza, a mitad del desierto de la frustración y la desesperanza. Una ciudad y un pueblo ejemplos de templanza y pundonor, de confianza en sí mismos y de fe en el porvenir.
Por eso no hay que decirlo, hay que gritarlo: ¡Reynosa vive! ¡Reynosa vivirá para siempre! ¡¡VIVA REYNOSA!!
Ventaneando, Lunes 6 de Noviembre de 2017.