Historiador.
Fue única en su género y una de las más peligrosas que se corrieron en el país; el argentino Juan Manuel Fangio cubrió en 18 horas la ruta desde Ciudad Juárez a Tuxtla Gutiérrez, en un auto Lancia D24.
TRAS la Primera Guerra Mundial quedó claro que la dependencia e imposición europea en el planeta se encontraba en declive. En América, Estados Unidos surgía como potencia mundial y el resto de los países se estabilizaba y comenzaba un desarrollo relativamente extendido. Sin embargo, existían problemas básicos de comunicaciones y transportes para hacer prósperas sus economías.
A insistencia de EUA se fomentó el desarrollo de una carretera que permitiera unir vía terrestre a todo el continente. Difícil, costosa y titánica iniciativa fue desarrollada durante los años veinte del siglo pasado, hasta ser conocida simplemente como Carretera Panamericana. México fue uno de los países más comprometidos con el proyecto y para mediados del siglo ya había cumplido con su parte proporcional de este camino de asfalto.
Para conmemorar la proeza y fomentar la modernidad alcanzada por el Estado, se planeó un recorrido automovilístico por todo el trayecto nacional, naciendo así la llamada Carrera Panamericana. Los interesados crecieron, llegando incluso a oídos internacionales. El gobierno ayudó con apoyo logístico y hacendario a los competidores y aumentó los premios.
En una fecha doblemente histórica, el 5 de mayo de 1950, arrancó en Ciudad Juárez la primera edición. Las cifras fueron buenas: 136 coches inscritos. También se dio un fenómeno tristemente recurrente: Apenas en la primera etapa hubo un deceso.
La carrera fue única en su género y considerada por muchos pilotos expertos como una de las más peligrosas que habían recorrido jamás: Juan Manuel Fangio hizo 18 horas y 11 minutos en un Lancia D24 en el recorrido a través de México.
La diferencia drástica de altura entre algunas etapas, la condición del asfalto y las curvas hicieron que en cada versión –hasta 1954–, se cuidara más y más a los pilotos y espectadores. El primer ganador fue el estadounidense Hersel McGriff, completando el recorrido hasta la frontera guatemalteca en 27 horas, 34 minutos y 25 segundos.
En 1951 se imitaría el modelo ante lo exitoso del primer evento. Sin embargo, ahora arrancando desde el sur hasta el norte durante otra fecha emblemática en México: El 20 de noviembre. Todo hiría, literalmente, sobre ruedas con estos eventos hasta que el índice de accidentes comenzó a elevarse drásticamente.
Presión extra fue el terrible acontecimiento de las famosas 24 Horas de Le Mans, en Francia, donde murieron más de ochenta asistentes, situación que orilló al gobierno de Adolfo Ruiz Cortines a prohibir las competencias en carreteras federales.
A pesar de todo, esta primera estapa de la también llamada simplemente Pana es recordada por la calidad de los coches, los diestros pilotos y por ser inclusiva al permitir el registro de mujeres que, dicho sea de paso, tuvieron un papel destacado.
* Tomado de la revista mensual
“Relatos e Historias en México”,
Año XI, No. 127; Abril de 2019.
Ventaneando, Lunes 1 de Abril de 2019.