Periodista.
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¿Acaso no queremos los mexicanos que lo público sea más público? ¿No fue eso lo que votamos?… Ojalá la oposición debata con esa pasión con la que los diversos actores de Morena lo hacen.
SI algo nos ha quedado claro en los últimos días es que, para Morena, la ropa sucia se lava en público. Es verdaderamente fascinante el debate de las ideas, de los proyectos de nación y la discusión de visiones políticas de los actores. Nada se queda en los escritorios, todo se expone.
Se señala y critica las diferencias públicas entre sus integrantes, como lo vimos con los senadores Monreal y Batres; o en la dirigencia nacional con Yeidckol y Bertha Luján; entre funcionarios y simpatizantes, como John Ackerman y Hernán Gómez. Incluso entre actores de su gabinete nacional, como el ex secretario de Hacienda, Carlos Urzúa y sus declaraciones, sin mencionar a Olga Sánchez Cordero de la Segob y sus entrevistas.
Pero, ¿no fue eso lo que votamos? ¿Acaso no queremos los mexicanos que lo público sea más público? Declarar con libertad tu posición ante determinada situación en política social, de gestión gubernamental o partidista, ¿no es algo positivo? No debe asustarnos la apertura que hoy vivimos, por el contrario, es una circunstancia que debemos seguir empujando.
Nos encontramos en un momento histórico para México. No es correcto juzgar a la administración federal actual bajo el cristal de las experiencias políticas pasadas.
Promover el debate y la discusión de lo público en forma abierta, saber lo que la clase gobernante piensa y nos ofrece, da un panorama amplio de elección; nos da oportunidad de criticar, vetar o apoyar con certeza.
Algunas voces escandalizan mal interpretando esta nueva forma de hacer política. Es agradable escuchar en los noticieros de CDMX, algunos de carácter nacional, los intercambios de opiniones, las expresiones y desacuerdos, las entrevistas sin sesgos.
Vivimos en un país que se reinventa, un cambio de régimen profundo, y es fundamental saber qué piensan y proyectan los políticos.
México es un país de muchas verdades. Es necesario que encuentren un espacio y se contrasten entre sí, que poco a poco los ciudadanos maduren su criterio, desechando la basura generada por el libertinaje en redes, tomando las ideas y posturas que enriquezcan, con las que se identifiquen y en las que se puedan sumar.
El pasado es un lugar de referencia, no de residencia. Es cómodo para muchos “líderes de opinión” juzgar y criticar apelando al descrédito o a la desconfianza, siempre señalando el pasado sin considerar que se construye un México en tiempo real. De ahí la importancia de escuchar los diferentes argumentos, para entender si el camino es el correcto.
Debemos abrazar la discusión, las ideas. Todas las posturas son válidas, respetar y pedir respeto a tus opiniones, analizar, entender, ser empático y entonces generar una opinión que le sirva al país, madura, constructiva.
Ojalá la oposición debata con esa pasión con la que los diversos actores de Morena lo hacen.
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CDMX, Jueves 22 de Agosto de 2019.
Ventaneando, Viernes 30 de Agosto de 2019.