LO que está sucediendo en la península coreana es un fenómeno de seguridad regional complejo y dinámico. Estados Unidos ha mantenido su presencia militar en esta región para proteger sus intereses económicos y políticos, considerando la importancia estratégica que tiene la península coreana. Al mismo tiempo pone como pretexto la contención de Corea del Norte para, en su estrategia militar, cercar a China en su ascenso a su nuevo carácter como líder global hegemónico.
Corea del Norte y el mundo llevan casi siete décadas en una espiral de acción-reacción de hechos y elementos archiconocidos: El chantaje nuclear, ya ha explotado cinco bombas nucleares subterráneas, en 2006, 2009, 2013 y dos en 2016; se ha dado la condena global, las sanciones, la distención, las negociaciones y los acuerdos. Liturgia recurrente que se ha repetido en múltiples ocasiones.