EN los últimos días fue perceptible el disgusto creciente de los integrantes del otrora Frente Amplio, rebautizado, haciendo gala de cursilería como “Coalición Fuerza y Corazón por México”. Conforme se multiplican los artículos críticos de la campaña de la ingeniera Gálvez, sus allegados resienten y restringen más la disposición dialogante. Interpretan como traición lo que no es sino desesperación de votantes opositores que anhelaban ver y quizá sumarse a una campaña profesional. Campaña que no existió.