EN el debate sobre el cambio climático global, México siempre ha estado del lado correcto de la historia. Durante años en numerosos foros e instancias internacionales, nuestro país ha sido líder en la búsqueda de acciones colectivas para frenar y enfrentar los efectos adversos del calentamiento del planeta.
En 2010, México organizó y lideró exitosamente la Conferencia de las Partes de la Convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, la COP 16.
Los Acuerdos de Cancún establecieron limitar por debajo de los dos grados centígrados el incremento de la temperatura mundial, fortalecer los mecanismos de transferencia de tecnologías y la implementación de un fondo verde. La muestra, entonces, era una agenda de mitigación.