ASÍ como en el futbol los aficionados se preguntan en qué liga debe jugar la selección nacional, ha existido un debate sobre la importancia mundial de México y quiénes son sus pares. En América del Norte han demostrado que sí pueden cambiar de división. Pero ese reconocimiento internacional puede generar pereza. El síndrome de Peter Pan nos acecha, crecer duele, y duele dejar la comodidad de la segunda división.