VIVIMOS en México tiempos de cambio que nos exigen a todas y todos honradez, templanza y energía para continuar construyendo el sistema político, económico y social más justo y democrático que elegimos en 2018 y que permanentemente está puesto en tela de juicio por los principales medios particulares de comunicación electrónica e impresa, sus voceros, intelectuales orgánicos y sus aliados en otros poderes que, lejos de contribuir al debate nacional, han hecho todo por fomentar la degradación política institucional de nuestro país a fin de proteger sus privilegios.