ESTOS exámenes los han pasado el aceite de oliva, el whisky, el vino y ahora le toca al tequila. Se trata de saber si lo que sostiene la etiqueta es cierto o, mejor aún, qué hay dentro de las botellas que no tienen etiqueta.
El tequila, para ser auténtico, debe ser 100% un producto del agave tequilano Weber variedad azul, una planta suculenta común en México. También puede ser mixto, en cuyo caso deberá contener al menos un 51% de ese agave. Todo lo demás quizá merezca otro nombre.