Si alguien le pide que piense en personajes protagonistas de la ciencia o de la historia, ya sea en México o en el mundo, tal vez le lleguen a la mente una infinidad de nombres masculinos –uno que otro femenino saldrá de su acervo cultural personal–. Déjeme decirle que sí hubo mujeres, pero no se preocupe si no las conoce, al fin y al cabo, ¿cómo recordar a quien nunca nos mencionaron?