CADA diciembre tengo un arranque de arrogancia y me lanzo a hacer predicciones para el año venidero. A veces le atino, a veces me equivoco garrafalmente. Va solo un ejemplo de mis muchos errores: a finales de 2015, me atreví a pronosticar que Joaquín “El Chapo” Guzmán no sería capturado en 2016. Fue detenido el 9 de enero de ese año. Digamos que no fue mi momento estelar como adivino.