• Skip to primary navigation
  • Skip to main content
  • Skip to primary sidebar
  • Contáctanos
  • El Filósofo de Güemez
  • Campaña ‘Ventanera’ por la Vida
  • Micro-Entrevistas
  • Mi columna

Ventaneando

José Luis de Anda Yancey

  • Inicio
  • Semblanza
  • Noticias
    • Mundial
    • Nacional
    • Tamaulipas
    • Regional
    • Local
  • Efemérides
  • Reportajes
  • Articulista Huésped
    • Digno de Saberse
  • Videos
  • Dichos memorables
    • Dichos memorables
    • Dichos memorables 2

Viejos vicios de la nueva Corte

01 de octubre de 2025 por VIRI RÍOS

Luego de una elección judicial que generó expectativas en la población sobre una justicia más cercana y progresista, la nueva Corte se parece peligrosamente a la anterior

LUEGO de una elección judicial que costó 7.000 millones de pesos y que generó amplias expectativas en la población sobre una justicia más cercana y progresista, la nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación se parece peligrosamente demasiado a la anterior. Sus similitudes ocurren en fondo y forma.

En cuanto a la forma, la Corte sigue usando un lenguaje incomprensible y obscuro. Esto a pesar de que varios ministros tuvieron como su principal propuesta de campaña tener resoluciones “sencillas y precisas” (María Estela Ríos) que utilizaran lenguaje “claro y accesible” (Sara Irene Herrerías) y que “eliminara formalismos” (Irving Espinosa).

Nada de eso se ha cumplido. Las discusiones del pleno están repletas de frases intrincadas e innecesariamente elaboradas como “no hay un conflicto entre partes que fije una litis a dilucidar” (Giovanni Figueroa), “la expresión no tiene un conjunto definido de propiedades designativas” (Irving Espinosa), o “la invalidez de la norma no implica por sí un vacío en el ordenamiento” (Loretta Ortiz). Este lenguaje obscurece el debate, aliena al público y convierte a la justicia en lo que juraron combatir: un espectáculo al que solo las élites están invitadas.

Tal parece que los nuevos ministros –sintiéndose juzgados y acosados por su gremio–, están queriendo utilizar el mismo lenguaje de sus antecesores para demostrar que tienen conocimiento. La estrategia es profundamente equivocada. La realidad es que aun usando el lenguaje más barroco, el gremio nunca dejará de juzgarlos. Más que apelar a ser aceptados por los abogados anteriores, la nueva Corte debería aspirar a ser acogida por quienes votaron por ella, y eso requiere que la gente la entienda.

La nueva Corte sufre también de un severo problema de acartonamiento. Salvo contadas excepciones (María Estela Ríos y Arístides Guerrero), la mayoría de los ministros llegan preparados con argumentaciones previamente redactadas que no adaptan a la discusión que se está teniendo en el pleno. Esto genera un vicio de repetición.

Considero que la argumentación inicial de los ministros pudiera centrarse en decir solo aquellas cosas que no se han dicho antes. Sé que a los formalistas mi propuesta les parece un sacrilegio, pero la Corte mexicana, a diferencia de otras, aspira a ser evaluada por los ciudadanos. Sin un lenguaje concreto, las sesiones se vuelven somníferas.

Para cambiar de raíz las formas de la Suprema Corte, no debe descartarse que los secretarios y funcionarios del poder judicial tomen cursos de lenguaje y escritura. Hasta ahora, su trabajo había consistido en utilizar un lenguaje técnico, formalista y enrevesado que adquirían, de forma endogámica, tomando múltiples cursos de especialización.

Hoy su trabajo ha cambiado. Ya no se trata de parecer ser un abogado muy inteligente, sino de ser comprensible y claro. Los funcionarios del Poder Judicial deben dejar sus viejos vicios barrocos y rehabilitarse en el uso del lenguaje común.

Debe reconocerse que, hasta ahora, las intervenciones de Hugo Aguilar y Arístides Guerrero han sido las más inteligibles y concretas. Es de celebrarse que, a diferencia de algunos de sus compañeros que se toman hasta 20 palabras para asentir, ellos lo hagan usando una frase corta. Decir lo más posible, con la menor cantidad de palabras, debería ser una meta de todos los ministros.

Más grave que todo lo anterior es que, de fondo, la nueva Suprema Corte puede estar cayendo en interpretaciones ideológicamente similares a las de la Corte anterior. Aquí deben prenderse las alertas.’

*Tomado del periódico “El Mañana”.
Reynosa, Jueves 25 de Septiembre 2025.

Ventaneando, Viernes 3 de Octubre de 2025.

Comentarios
Comparte:

Archivado en: Articulista Huésped

Primary Sidebar

Conóceme

conocemeConóceme más

FacebookYoutubeTwitter



Video-Entrevistas


Más Videos

CONTACTAME

    Copyright © 2025 · Metro Pro on Genesis Framework · WordPress · Log in