HAZ LA LUCHA Y DESPIERTA
¿TE acuerdas que leímos en una revista que decía que hace 150 años creamos un material ligero, fuerte y económico? ¿Te acuerdas cuál es? Sí, el plástico. Aun seguimos teniendo buena memoria.
De seguro nunca habías sido tan consciente como ahora de la problemática de la contaminación de nuestros mares debido a este material, que creíamos milagroso porque hacía latir corazones y mantiene aviones en el aire. Pero, ¿qué te parece que más del 40% se utiliza solo una vez? Y que la vida útil de una bolsa de plástico es de solo 15 minutos. Impresionante, ¿verdad?, pero muy cierto.
A mediados del siglo XIX una compañía de la ciudad de Nueva York, ante el riesgo para la población de paquidermos, y el elevado costo y la escasez de marfil con el cual se producían casi todas las chucherías que hoy tenemos fabricadas en plástico, ofreció una recompensa de 10,000 dólares para quien pudiera proponer una alternativa muy al estilo a los campeonatos que hacemos en Haz la Lucha.
Entonces, un inventor aficionado llamado John Wesley Hyatt aceptó el reto –hoy diríamos hizo una start up o un emprendimiento social–. Su solución fue crear un nuevo material –celuloide–, compuesto de celulosa, un polímero que hallamos en todas las plantas.
Como todo emprendedor, lo hizo para cambiar el mundo. Pensó que salvaría las vidas de al menos algunos elefantes. Pero lo que no planeó es que a principios del siglo XX el plástico empezó a producirse del petróleo.
La mitad del plástico fabricado en el mundo fue hecho en los últimos 15 años. Así que algo que comenzó como una solución y le salvó la vida a muchos elefantes causó un problema mayor. Causa y efecto: algo qué pensar cuando planteamos cualquier solución. La vida a veces parece que nos juega bromas pesadas.
Cada año, unos 8 millones de toneladas terminarán en nuestros mares. Menos de la quinta parte de todo el plástico mundial se recicla, así que imagina limpiar tu casa y solo recoger una quinta parte de la suciedad; lo demás lo pones debajo de la alfombra.
Googleando investigué que el plástico tomó impulso hacia 1950, cuando la escasez de materiales naturales durante la guerra condujo a la búsqueda de opciones sintéticas.
Ahora, imagínate las 15 bolsas que usamos para compras repletas de basura plástica, apiladas en cada metro del litoral en todo el mundo. Eso correspondería a los 8 millones de toneladas citados, que enviamos al mar cada año. ¿Sabes en cuánto tiempo se biodegradaría toda esa basura por completo, en las moléculas que la componen? Algunos cálculos indican que en 450 años o nunca.
Se estima que el plástico oceánico mata millones de animales marinos cada año. Se sabe que afecta a casi 700 especies. ¿Cuál es el saldo que están pagando los animales marinos…?
México ocupa el décimo lugar en producción de basura (2.8% del total mundial): Más de 40 millones de toneladas al año, de las cuales 4 millones son plástico. Según la Asociación Nacional de Industrias del Plástico, cada mexicano desecha 6.5 kilogramos de PET –200 botellas–, al año.
Podemos concluir que la basura plástica de los mares es mucho más que un problema estético.
La interrogante es: ¿En dónde está toda esa basura plástica? La respuesta es que el plástico no se biodegrada, sino que se fotodegrada con la luz solar desintegrándose en trozos cada vez más pequeños hasta llegar a ser fragmentos microscópicos, que atraen a las toxinas y metales pesados a medida que viajan sobre las mareas. Así que estamos nadando sin saber en un mar de plástico.
La Fundación Ellen MacArthur proyecta que en los oceános habrá más plástico que peces para el año 2050.
Te desafío a que rescatemos nuestras playas de la contaminación de plásticos. Podemos hacer la diferencia. Todo gran cambio comienza con una pequeña acción, para resolver esta gran problemática.
Haz la Lucha y cambia el mundo.
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Ventaneando, Lunes 8 de Abril de 2019.