El lugar de la eterna Navidad
Lo que hace mucho tiempo fue un pueblo minero, hoy se ha convertido en el destino perfecto para adquirir los adornos de la temporada navideña, principalmente las esferas.
TLALPUJAHUA se localiza al noroeste del Estado de Michoacán y se caracteriza por su arquitectura vernácula, que le otorga a este pueblo una hermosa atmósfera tradicional que discurre entre callejones, plazas y templos de cantera, constituyendo una auténtica joya aún por descubrir.
Este lugar se cimienta bajo un pasado prehispánico que sigue conservando algunos rasgos. Cuenta la historia que, antes de la llegada de los españoles, este pueblo fue un punto de conflicto ya que se encuentra situado en medio de lo que fueron dos imperios poderosos: el Tarasco y el Azteca.
Después de la Conquista, se descubrieron vetas de oro y plata, lo que transformó la vida tranquila del lugar, convirtiéndose en un pueblo minero.
Con el paso del tiempo, luego de haberse paralizado la actividad minera en 1959, la migración del pueblo se visualizaba como la única opción de supervivencia. Cuando cerraron las minas “Las dos estrellas”, se creía que Tlalpujahua se iba a convertir en un pueblo fantasma, como ha sucedido con otras tantas comunidades. No obstante, los habitantes se negaron a abandonar sus tierras.
Prolífica en expresiones artísticas en su entorno natural y en la calidez de su gente, Tlalpujahua encontró en la artesanía típica una buena forma de salir adelante: el arte plumario, objetos hechos con popotillo (una fibra vegetal usada para formar mosaicos), la transformación de cantera en obras de arte, la cerámica, y por supuesto la fabricación de esferas navideñas de vidrio soplado que, con una tradición de más de medio siglo haciéndolas a mano, es la principal fuente de empleo en el municipio, lo que lo convierte en un excelente lugar para visitar en épocas decembrinas.
Más de diez mil personas aquí viven directa o indirectamente de la producción de esferas, con cerca de 200 talleres o microindustrias familiares en su mayoría dedicadas a este oficio.
Qué hacer. En Tlalpujahua puedes tener un viaje histórico. Para empezar está el Santuario, uno de los templos más hermosos construidos a mitad del siglo XVII, cuya decoración es única en todo el Estado de Michoacán, pues tanto este sitio como los templos de Tlalpujahua y Guadalupe, en Morelia, fueron realizados por un artesano nativo en 1905.
Otros imperdibles lugares para visitar son el Convento, donde podrás admirar la historia, pintura y arte del siglo XVII, y El Carmen, que son los vestigios de un templo donde se encontraba pintada en una pared de adobe la imagen de la Virgen del Carmen.
La mina “Las dos estrellas”, descubierta en 1899, fue la primera productora de oro en México entre los años 1908 y 1913. Explotada por compañías francesas e inglesas, en aquel entonces dio un gran auge en el uso de energía eléctrica, telégrafo y teléfono. En la actualidad es un lugar turístico que alberga al Museo Tecnológico, uno de los pocos en esa materia que existen en el país.
Si tu visita va con intenciones más aventureras, a 15 minutos de Tlalpujahua se encuentra la presa Brocman, compartida con el municipio de El Oro, en la frontera con el Estado de México. Este sitio es perfecto para acampar, andar en bicicleta, practicar canotaje, esquí y disfrutar de la Naturaleza.
Para pasar un rato agradable en familia, puedes visitar el Campo del Gallo, también conocido como el Parque Nacional Rayón, donde encontrarás un abundante bosque que sirve de hogar a muchas aves, entre ellas pájaros carpinteros y halcones, y da vida a una gran diversidad de vegetales. Es un lugar tranquilo donde podrás dar paseos y organizar un agradable día de campo.
Para comer. Otro de los grandes atractivos de Tlalpujahua es su gastronomía, destacando el pan de pucha de Tlacotepec, las frutas en conserva, el pan de pulque del Real, la cabeza de res, la barbacoa, las corundas (una variación del tamal, rellenas de queso, rajas de chilaca, carne de cerdo, vegetales o legumbres) y los uchepos (otra especie de tamal, pero de sabor dulce y consistencia suave).
Una excelente opción para degustar estos y otros platillos es el restaurante La Terraza, localizado en el tercer piso del número 9 de la calle Allende, ubicación que te permitirá tener una gran vista del Santuario de Nuestra Señora del Carmen.
Otro imperdible para satisfacer el hambre es el restaurante del Hotel de la Parroquia, ubicado en el número 15 de la calle Fresno, en el centro de Tlalpujahua, en el que encontrarás a precios muy accesibles platillos tradicionales de la comida mexicana, siendo la Carne a la Tampiqueña, Las Enchiladas y la Pechuga Gratinada las especialidades.
Gran familia. La empresa FIMAVE es una de las más exitosas en la elaboración de esferas navideñas en Tlalpujahua. Se llama así en honor de los seis integrantes de la familia que la creó y ordenaron sucesivamente las iniciales de sus nombres: don Francisco, doña Isidra, Marina, Andrés, Verónica y Edgar.
Cada año ellos producen alrededor de 5 millones de esferas, de las cuales el 80 por ciento se destina a la exportación. Principalmente a los Estados Unidos y Canadá. En temporada fuerte son capaces de hacer unos 10 mil ejemplares al día dependiendo del modelo, ya que de las más laboriosas solo es posible producir 100, aunque son las más caras.
* Tomado de la revista mensual VA!
Órgano de la línea “VIVA aerobús”.
No. 11, mes de Diciembre de 2016.
Ventaneando, Reynosa, Viernes 3 de Marzo de 2023.