LA CAPITAL DE LA REPUBLICA DOMINICANA
Este encanto caribeño es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1990. Fue el primer punto del Descubrimiento del Nuevo Mundo. Cristóbal Colón bautizó la isla, que comparten Dominicana y Haití, como La Española; Quisqueya, la llamaban los indios originarios.
CAPITAL de la isleña República Dominicana, situada en el corazón del Mar de las Antillas, Santo Domingo se convirtió en el primer asentamiento europeo en América. En esta ciudad colonial de habla española está la primera calle, el primer hospital, la primera universidad y la primera catedral –el templo de Santa María de la Encarnación Primada de América–, del continente.
La ciudad, como cuna de la hispanidad en América, es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1990. “Y nadie debe irse de aquí sin bailar merengue y bachata o, al menos, sin intentarlo”, dicen los lugareños.
El país, con superficie de 48,730 kilómetros cuadrados y algo más de 10 millones de habitantes, ocupa la mitad oriental de la isla Hispaniola o La Española, como Cristóbal Colón la bautizó al producirse allí en 1492 el Descubrimiento del Nuevo Mundo, posteriormente llamado América. Los pueblos indígenas originarios –taínos, ciguayos, macorixes–, llamaban a la isla Quisqueya, cuyo significado es “madre de las tierras”.
La otra mitad de La Española, en el lado oeste, la ocupa Haití con sus 27,750 kilómetros cuadrados de superficie y alrededor de 8.5 millones de habitantes, que hablan el criollo haitiano y francés. Su capital es Puerto Príncipe.
En el mapa de la República Dominicana, La Romana es célebre por sus playas y sus campos de golf. También por Altos de Chavón, un pueblo construido como una villa mediterránea del siglo XVI en la ribera del río Chavón. Cercano está el Parque Nacional Cotubanamá o del Este, con más de 500 especies de flora entre las que figuran variedades de orquídeas que no se ven en ninguna otra parte del mundo, y más de 300 tipos de aves.
“Somos roneros, o sea que nuestra bebida predilecta es un buen ron, así que también hay que ir a las bodegas para hacer catas y maridajes”, expone uno de los guías certificados de turismo repartidos por toda la isla.
Otro lugar de gran atractivo es Samaná, cuya región cuenta con parajes que permiten realizar senderismo. Uno de sus principales sitios de distracción es el Parque Nacional Los Haitises. Cubre 1,600 kilómetros cuadrados y es hogar de especies en peligro de extinción, como el gavilán dominicano. Además, en la Bahía de Samaná se pueden avistar ballenas jorobadas entre enero y marzo.
Puerto Plata es la más histórica de las regiones de la isla, por haber sido en sus playas donde desembarcó Colón al producirse el Descubrimiento. Los amantes de la adrenalina siempre encontrarán algo que hacer en Puerto Plata, como buceo, esnórquel y surf, entre muchas otras actividades. Otra experiencia imperdible es el teleférico, que a lo largo de quince minutos transporta hasta la cima de una loma en la que se encuentran un Cristo Redentor y un jardín botánico. La zona es conocida además por su arquitectura victoriana del siglo XIX.
Pero el área de la Dominicana más visitada por el turismo internacional es el balneario de Punta Cana, situado en la parte más septentrional de la isla que es bañada por las aguas color turquesa del Mar Caribe. Sus playas de blancas arenas compiten en belleza y esplendor con las del sureste de México, principalmente Cancún y Playa del Carmen.
Los numerosos atractivos naturales e históricos de República Dominicana son objeto de una intensa promoción mediática por su gobierno y el sector turístico. A ese bello país se puede llegar desde la Ciudad de México diariamente por Aeroméxico en vuelo directo, tanto a Santo Domingo como a Punta Cana. Y por Copa Airlines desde Guadalajara o Monterrey, con escala en Ciudad de Panamá.
Fotos: Archivo Ventaneando
Ventaneando, Viernes 31 de Mayo de 2019.