Recobran Exclusividad
La excentricidad de cantantes y actores ha
propiciado que se hagan nuevos modelos
AUNQUE el uso del sombrero es poco común entre mujeres y varones del siglo XXI, los diseñadores siguen innovando con este accesorio para ocasiones especiales.
Entre sus adeptos destacan miembros de la realeza y algunas celebridades. Uno de los sombreros más característicos es el denominado Fedora, de corona planchada que suele tener una cinta gruesa como adorno (muchas veces acompañada de un moño) y un ala de tamaño medio; el modelo se percibe constantemente en las películas de gánsteres.
El auge de Fedora se dio entre los años 20 y 60 del siglo pasado. Sin embargo, el modelo ha estado presente hasta ahora en la cultura popular occidental.
En los 80 formó parte del “outfit” del personaje Indiana Jones, así como del cantante Michael Jackson; en los 90 fue usado constantemente por Bono, el vocalista de la banda U2 y el actor Brad Pitt. Actualmente, Johnny Depp, Lady Gaga, Bruno Mars y Samo (vocalista del grupo mexicano Camila) encabezan la lista de celebridades que lo usan.
El uso de sombrero también significó un símbolo de distinción entre las celebridades, como Jacqueline Kennedy-Onassis y las actrices Grace Kelly y Audrey Hepburn.
PROTECCION
Minerva Franco, diseñadora de Sombreros Tardan, empresa con más de 166 años de trayectoria y ubicada en la Plaza de la Constitución de la Ciudad de México, narra que a través de los años el uso de este accesorio ha perdido presencia.
Aunque, en épocas recientes ha empezado a tener demanda nuevamente, tanto por hombres como por mujeres, para cubrirse de los rayos del sol y evitar el cáncer en la piel. Está registrado que personas de 35 a 65 años de edad son quienes más compran un sombrero para protegerse del sol.
“Los primeros sombreros que producía la fábrica eran elaborados de fieltro de lana, en cambio hoy se manejan productos con materiales más ligeros como los denominados Panamá, elaborados con fibras naturales y con un valor que va de los mil 200 a 3 mil pesos, dependiendo de lo tupido que sea el tejido.
“Este modelo es demandado sobre todo por gente, precisamente, de 35 a 65 años”, señaló Minerva.
Si bien los sombreros de la firma son hechos en México, la mayor parte de la materia prima es importada. Por ejemplo, la campana, el cono que cubre la cabeza, se trae de Ecuador, mientras que otros componentes vienen de Europa. Los adornos como popotillos, la entretela, plumas y las toquillas son de origen nacional.
La señorita Franco refiere que la empresa Tardan maneja diversos precios en los sombreros, dependiendo del tipo de material. Por ejemplo, los más económicos alcanzan un valor de 300 pesos y están elaborados con fibras naturales. En cambio los procesados con pelo de liebre y mezcla de conejo tienen un valor de 5 mil pesos.
Para que la empresa vaya a la vanguardia, la diseñadora se mantiene al tanto de las tendencias de Europa y tropicaliza los colores al gusto de los mexicanos.
Aunque los mayores diseños que fabrica esta compañía de rancio abolengo están orientados a los varones, la creciente demanda de sombreros de parte de las mujeres ha provocado que la firma haya volteado hacia este sector para cubrir sus necesidades.
A decir de la representante de la afamada empresa, la gran época del porfiriato fue brillante para la sombrerería de los hermanos Tardan y su éxito de perdurar en el mercado ha sido por la relación de precio-calidad.
* Tomado del periódico “Excélsior”.
México, Viernes 12 de Julio de 2013.
Ventaneando, Viernes 5 de Junio de 2020.