SU DEBACLE ECONÓMICA Y PROFESIONAL
Los apuros de sus negocios por la pandemia, la batalla de su divorcio y los vaivenes de su carrera, sumen al actor en una crisis de imagen y de fortuna.
ROBERT de Niro no está pasando por sus mejores momentos. La pandemia por la Covid 19 ha hecho mella en sus finanzas debido a que dos de las principales fuentes de ingresos del actor, el cine y la gastronomía, se han visto gravemente afectadas.
De Niro es dueño de una de las cadenas de restaurantes y hoteles más de moda en Estados Unidos y parte de Europa, ‘Nobu’, cuya actividad y beneficio se han visto mermados por la crisis sanitaria. Un escenario similar al que padece el sector cultural desde que hace poco más de un año estallara el coronavirus.
A esta situación hay que añadir la batalla legal que mantiene desde 2018 con su exesposa, Grace Hightower, que lo sitúa al borde de la bancarrota.
El supuesto alto tren de vida de ella y el acuerdo prenupcial por el que debía pagarle un millón de dólares al año tras su separación –cifra que De Niro ha reducido casi a la mitad alegando problemas de liquidez–, podría haber forzado al actor a aceptar trabajos en la pantalla que no siempre son de su agrado, según dijo recientemente su abogada.
“El señor De Niro tiene 77 años, y aunque ama su oficio, no debería verse obligado a trabajar a este ritmo prodigioso. ¿Cuándo terminará eso? ¿Cuándo tendrá la oportunidad de quizás no coger todos los proyectos que se le presenten? ¿O no trabajar seis días a la semana durante 12 horas al día simplemente para saciar la sed de la señorita Hightower por Stella McCartney?”, alegó Caroline Krauss durante una audiencia virtual dentro del proceso de divorcio que se dirime en Manhattan.
Aunque la defensa de la que fuera esposa de la estrella de Hollywood pone en duda que sus cuentas estén en tal dramático punto, sí es una certeza que mantener su estatus ha supuesto para Robert de Niro una debacle profesional. Considerado el mejor actor de su generación y una leyenda de Hollywood, el intérprete lleva años centrado en proyectos que, a ojos de críticos y espectadores, están dañando su imagen y su legado cinematográfico.
En los últimos diez años ha rodado 26 películas y 19 han sido ridiculizadas por los expertos o directamente ignoradas por el público.
Lejos queda ya su glorioso pasado en “Taxi Driver”, “El padrino”, Parte II, “Toro salvaje” o “El cazador”, pues desde hace dos décadas el actor apuesta por una comedia que, pese a serle más rentable, su éxito no siempre traspasa a las butacas. En el año 2000 protagonizó la película más taquillera de su carrera, “Los padres de ella”, y la mayoría de los casi 100 millones que costó producir sus dos secuelas (“Los padres de él” y “Ahora los padres son ellos”) fueron destinados para costear su caché, además de para pagar muy bien a Ben Stiller, Dustin Hoffman y Barbra Streisand.
Luego llegaron otros títulos en los que se parodiaba a sí mismo con referencias a sus papeles más celebrados, como ocurrió en la comedia infantil “Las aventuras de Rocky y Bullwinkle”, donde emuló su icónica escena de “Taxi Driver” preguntándose frente a un espejo: “¿Me estás hablando a mí?”; y en la más reciente “En guerra con mi abuelo”, donde el nieto le deja una serpiente en la cama como si se tratara de aquella cabeza de caballo de “El padrino”.
Entonces ya se hablaba de que el dos veces ganador del Oscar aceptaba sus proyectos guiado por el dinero, y no solo en la gran pantalla. Abrió las puertas al mundo de la publicidad y no le importó prestar su imagen si le pagaban bien, ya fuese para promocionar un coche de la marca Kia o anunciar los productos de la marca “Warburtons”, una empresa de panadería por la que según ‘The Times’ llegó a cobrar “una suma de seis cifras” por solo unos minutos de rodaje. “Conocí al dueño y pensé que sería divertido”, reconoció él sobre su participación.
Unos años antes, ya había ganado diez millones de euros por protagonizar el anuncio de un casino de Filipinas dirigido por Scorsese. “El tiene dos criterios principales a la hora de elegir proyectos: que le guste el director o los actores, incluso aunque el guión sea flojo, y el dinero. Su situación económica es cómoda, pero tiene gastos”.
* Tomado de “Domingo Cultural”,
suplemento de “El Mañana”.
Reynosa, 25 de Abril de 2021.
Ventaneando, Lunes 4 de Octubre de 2021.