(TEXTO DE HACE 34 AÑOS)
EN la ciudad de San Luis Potosí nace el 12 de octubre de 1843 José Pilar Palafox, hijo de Manuel Palafox González y de Bárbara Austria Hermosillo.

Dieciséis años contaba de edad cuando se incorpora como soldado raso a la Brigada de San Luis, participando en la Guerra de Reforma a favor del liberalismo. Con el grado de Sargento Primero forma parte del batallón ‘Rifleros de San Luis’, combatiendo en la histórica Batalla de Puebla, el 5 de mayo de 1862 contra los franceses, al mando del general Ignacio Zaragoza, quien al concluir la lucha enviara un mensaje al presidente Juárez: “Las armas nacionales se han cubierto de gloria”.
Palafox fue ascendido luego a Teniente. Se retira del ejército en 1880 con el grado de Capitán, después de 21 años de servicios como militar.
Tiene 37 años cuando lo recibe la frontera tamaulipeca. Hombre de gran intuición y autodidacta, como peregrino de la educación recorrerá los últimos años del siglo XIX y primeros del siglo XX las villas y poblados cercanos a Reynosa, dedicándose a la enseñanza: Ochoa, San Miguel de Camargo, El Charco Escondido, El Guerreño, incluso La Grulla, Texas… Quienes fueron sus alumnos, como María J. González, lo recuerdan “sumamente estricto en su enseñanza. Le llamábamos ‘mi señor maestro’, con mucho respeto”.
“Reynosa me gusta hasta para morirme”, solía comentar Palafox a sus amigos; en Reynosa radica los últimos años de su vida.
Fue director de la escuela primaria para niños Miguel Hidalgo. En 1914, después de 35 años de servicios educativos y debido a su avanzada edad, se retira del magisterio.
José Pilar Palafox Austria muere en la villa de Reynosa, a las 11 de la mañana del día 19 de enero de 1920, en la más completa pobreza. Su hija no contaba con un peso cincuenta centavos para costear la sepultura. El alcalde hubo de gestionar ante el gobernador de la entidad lo necesario para la inhumación.
En el funeral se le rindieron honores correspondientes a su grado militar y a su condición de ex combatiente contra el ejército invasor. También recibió honores como maestro. El niño de 12 años Donato Palacios Sáenz, presente en la inhumación como alumno de la escuela Hidalgo, recordaría después: “Fue impresionante el acto, cuando el corneto tocó a silencio”.
Cada 5 de mayo recordamos a Palafox, el soldado que pudo escuchar allá en los cerros de Loreto y Guadalupe, de la ciudad de Puebla, el enérgico discurso del general Zaragoza dirigido a su tropa antes de empezar la batalla: “Mexicanos, nuestros enemigos son los mejores soldados del mundo, pero ustedes son los primeros hijos de la patria”.
Este 15 de mayo recordamos a Palafox, el maestro, quien escuchó también el llamado de la vocación y recorrió nuestros poblados fronterizos combatiendo la ignorancia, con la luz del alfabeto.
*Reynosa, Martes 7 de Mayo de 1991.
Ventaneando, Viernes 14 de Febrero de 2025.