Periodistas.
LAS MUJERES CON MAYOR SOBREPESO
Pequeños cambios para mejorar
De ser una nación con acentuada desnutrición, hoy México está a la cabeza de los países con gente que padece sobrepeso; lo tienen 7 de cada 10 personas.
BASTARÁ con hacer pequeños cambios en el estilo de vida sedentaria y la alimentación, para prevenir y tratar una de las enfermedades que hoy en día ha puesto a México en el primer lugar a nivel mundial: la obesidad. La padecen siete de cada diez mexicanos.
En entrevista, Cecilia García Schinkel, licenciada en Nutrición y Ciencias de los Alimentos, señaló que la falta de ejercicio, de una dieta saludable, el no respetar horarios de comida, dormir poco y otros factores de desorden y descontrol corporal desarrollan este padecimiento, que va relacionado con la mayor incidencia de enfermedades crónicas degenerativas.
“Estamos viviendo una transición alimentaria y de salud. Vivimos en un país donde la principal preocupación era la desnutrición y todos nuestros programas de salud pública estaban dirigidos a controlarla; pero sin darnos cuenta sucedieron muchas cosas que nos llevaron a ocupar ahora el primer lugar de obesidad en el mundo”, expresó la especialista.
Precisó, en tono de alarma, que en México 7 de cada 10 adultos tienen sobrepeso o viven con obesidad, y muchos de ellos han experimentado frustración al tratar de bajar de peso intentando varios tipos de dietas sin lograr resultado. “Y son más mujeres que hombres las que presentan los más altos índices de sobrepeso”, recalcó.
Detalló la nutrióloga que de los adolescentes, 3 de cada 10 son obesos, y el 35% de los niños en la etapa escolar tienen la enfermedad. Dijo que lo más alarmante es encontrar incidencias cercanas al 10% en menores de 5 años, de manera que en el país se empieza con obesidad desde muy pequeños.
Hizo hincapie la entrevistada en que el problema se genera, lo mismo en chicos que en grandes, porque en lugar de comer solo lo necesario acostumbramos comer hasta saciarnos.
En ese sentido, las consecuencias que un paciente de sobrepeso suele presentar son dolores en las articulaciones, pérdida de la masa muscular, problemas de fertilidad, diabetes, hipertensión, infartos, enfermedades cardiovasculares y pulmonares obstructivas e incluso algunos tipos de cáncer.
La licenciada García Schinkel recomendó, para aminorar los efectos perniciosos de dicho padecimiento, una dieta bien equilibrada y la práctica de ejercicio metódico donde sea, en el hogar, el trabajo, la escuela o en cualquier sitio que permita la libertad de movimientos. Sugirió, entre otros pequeños cambios para mejorar la calidad de vida, el consumo de cacahuates y arándanos porque aportan un alto valor de saciedad.
PROBLEMA MULTIFACTORIAL
La experimentada nutrióloga, especialista en Ciencia de los Alimentos, hizo en la interesante entrevista estos planteamientos, que se citan textualmente:
“¿Qué fue lo que nos pasó? Por un lado cambiamos la forma en la que vivimos, somos más sedentarios, comemos menos verduras, frutas y leguminosas pero sí más harinas, grasas y azúcares.
“Por otro lado, crecieron las porciones. Antes eran moderadas y más completas. Ahora se han maximizado, porque nos gusta comer hasta quedar llenos. Además, nos dominan la ansiedad y el estrés que llevan a comer desordenadamente, ya que el mexicano no tiene la costumbre de desayunar, comer y cenar; y mucho menos de hacer dos refrigerios, a media mañana y tarde.
“Es un problema multifactorial y complejo. A nivel gubernamental, los programas que se han hecho tanto de actividad como de prevención, no han sido de largo plazo y no impactan a la sociedad.
“En lo institucional faltan comedores industriales con comidas saludables y horarios predecibles de trabajo. En las escuelas se había dejado de lado la educación en la salud y la alimentación, pero aparentemente ya se retomó; y a nivel familiar hemos aflojado, nos gusta comer lo que tenemos a la mano, de manera que hay una responsabilidad compartida y en vez de culparnos hay que empezar a tomar acciones”.
Desde el punto de vista nutricional, la experta dijo que la obesidad puede evitarse o tratarse llevando conductas correctas como comer cada cuatro horas, no pasar de una hora de que se despierte y ya se esté desayunando. Elegir agua para beber, menos bebidas endulzadas, buscar alimentos de alto valor de saciedad, como los ya citados cacahuates, arándanos deshidratados, la semilla de chía y el amaranto. Y hacer ejercicio cotidiano con medida constancia.
Finalmente, Cecilia García Schinkel puntualizó que debemos darnos cuenta que pequeños pero duraderos cambios irán armando nuestras nuevas acciones de vida para mejorar los hábitos alimenticios y elevar el nivel de nuestro diario vivir, como por ejemplo desayunar todos los días temprano, llevar al trabajo un refrigerio y salir a jugar con los hijos al aire libre los fines de semana, entre otras sanas prácticas que sin duda nos darán una mejor existencia.
Ventaneando, Viernes 19 de Junio de 2020.