Lecturas de Cuarentena
UNA noticia recurrente de los últimos días sin duda lo constituyen las campañas electorales que se viven en el vecino país del norte. Donald Trump, presidente en funciones, busca la reelección para un segundo período en el cargo como candidato del Partido Republicano, en una cerrada competencia con Joe Biden, postulado por el Partido Demócrata.
Como suele suceder en esta etapa electoral, en la cual los candidatos buscan la simpatía y apoyo del electorado, han salido a la luz aspectos no favorables relacionados con la vida tanto personal como política de Trump, que pudieran influir en el ánimo de los votantes.
Lo anterior me hizo recordar algunos pasajes del libro autobiográfico “Memoria viva”, en el cual su autora, Hillary Rodham Clinton, narra entre otras experiencias las vividas en campañas electorales junto a su esposo Bill Clinton, quien se llegó a desempeñar como gobernador de Arkansas y presidente de los Estados Unidos, logrando la reelección en ambos cargos.
Este libro, de casi 600 páginas, me había sido obsequiado años atrás pero su lectura la habría de iniciar hasta el actual; precisamente durante el confinamiento a que nos obligó una cuarentena que se ha prolongado más allá de lo esperado y deseado.
Cuando de leer se trata soy un tanto indisciplinada, así que suelo tener empezados dos o tres libros, leyendo alternativamente páginas de uno u otro. En el caso de “Memoria viva”, no leía más allá de 10 ó 15 diarias; y no es que faltara amenidad en la narrativa, sino por lo abundante de la información y datos que contenía.
Esta autobiografía de Hillary Clinton abarca desde sus años infantiles, y da a conocer: Su temprano interés por la política; sus años estudiantiles; sus prácticas y actividades como estudiante de leyes y abogada; el inicio de su relación, convivencia y posterior matrimonio con Bill Clinton; sus vivencias en campañas electorales, y las muy valiosas que experimentó como primera dama, tanto de Arkansas, donde su esposo fue gobernador durante: 1979-1981 y 1983-1992, y presidente del país de 1993 al 2001, finalizando al ser declarada electa senadora por el Estado de Nueva York.
Originaria de Chicago, Illinois, crece en uno de sus suburbios, en una familia conservadora y metodista, religión que seguiría profesando. Su padre fue un empresario simpatizante del Partido Republicano. En high school obtendría uno de los más altos promedios del país. Realizó estudios en Wellesley College, donde presidió la asamblea de gobierno y pronunciaría el primer discurso de una graduada, en el cual trató de concentrar aspiraciones, críticas e inquietudes propias y de sus compañeras, que le valdría una ovación de pie por varios minutos. Cursó su carrera de abogada, que concluye en 1973, en la prestigiada Facultad de Derecho de la Universidad de Yale, época en la que conoce Bill Clinton, y a partir de la cual inicia su interés por la situación y derechos de la niñez.
Desde 1972 inicia su convivencia con Clinton. En un principio se mostraría reacia a contraer matrimonio, celebrándolo finalmente en 1975, decidiendo conservar su apellido de soltera, Rodham y separados sus respectivos ámbitos profesionales. Hillary fue una abogada muy exitosa y la primera mujer socia de la prestigiada firma de abogados “Rose Law Firm”. Sería hasta 1982, consiente de la sociedad conservadora de Arkansas y dado que su esposo buscaba la gubernatura de la entidad, que empieza a utilizar el apellido de Clinton.
De 1987 a1991 presidió la comisión de mujeres de la “American Bar Association”, que es un Colegio de Abogados constituido desde el siglo XIX, en el cual introdujo la perspectiva de género. Durante la campaña de Bill Clinton para presidente de EUA, éste manifestó que al elegirlo a él la nación “tendría dos por el precio de uno”.
Hilary Clinton, además de mostrar interés en los niños, y luchar sin conseguirlo por un sistema de salud nacional, buscó siempre mejorar la situación de la mujer, ayudando a crear la Oficina de Violencia contra la Mujer, en el Departamento de Justicia e intercedió por la situación de las mujeres en la India y Pakistán.
Como esposa del presidente, si bien ejerció una verdadera influencia en la toma de decisiones, no estuvo exenta de conflictos. Fue parte de una investigación del Congreso en virtud de la cual tuvo que declarar ante un gran Jurado Federal y su vida privada se vio ventilada públicamente con el escándalo de la infidelidad de Bill Clinton con Mónica Lewinski. Y si bien generó no pocas críticas su decisión de mantener su matrimonio, su popularidad a partir de tal hecho subió significativamente.
Su participación en la “Conferencia Mundial de Pekín sobre la Situación de la Mujer”, que reunió a más de 180 delegadas de distintos países fue memorable, destacando su frase: “Si hay un mensaje que resuena delante de esta conferencia, que sea que los Derechos Humanos son Derechos de la mujer, y que los Derechos de la mujer son Derechos Humanos, de una vez por todas”.
* Abogada y analista política.
Reynosa, Lunes 14 de Septiembre 2020.
Ventaneando, Lunes 21 de Septiembre de 2020.