LULA DA SILVA LIBRE, VUELVE A LA POLÍTICA
HACE algunos años tuve la oportunidad de presenciar una conferencia del ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que en aquel momento hablaba sobre la disminución de la pobreza; y compartió algunas estrategias que había implementado en su país con éxito.
Lula da Silva manejó la conferencia con gran elocuencia y seguridad, y puedo asegurarles que me convenció, y tomé nota de muchas de sus experiencias… su vida cambió quince años después.
Da Silva tiene origen humilde, fue obrero metalúrgico y sindicalista y a mediados de la década de 1980 ocupó la presidencia del sindicato de los obreros de la metalurgia. Fue uno de los principales organizadores de las mayores huelgas durante la dictadura militar, que pusieron en peligro al régimen y propiciaron su caída. Fue candidato a la presidencia de Brasil en varias ocasiones, en 1989, 1994 y 1998, no fue hasta 2002 cuando logró obtener la victoria. Durante sus ocho años como presidente de Brasil hizo reformas y cambios sustanciales que produjeron la transformación social y económica de Brail, que triplicó su PIB per cápita según el Banco Mundial, al punto de convertir a la República en una potencia mundial.
Es ampliamente conocido como una figura de su tiempo y se considera que su gobierno fue clave para los éxitos económicos de su país, en particular en materia de reducción de la pobreza, con programas sociales como Hambre Cero o Bolsa Familia, que contribuyeron a sacar de la pobreza a unas 30 millones de personas en menos de una década; a la salida de Lula de la presidencia, 52 millones de personas (el 27% de la población) se beneficiaba de Bolsa Familia. En el plano internacional jugó un papel destacado en asuntos como el programa nuclear de Irán y los debates sobre el cambio climático.
Lula fue acusado de corrupción por el caso Petrobras y el 12 de julio de 2017 fue condenado en primera instancia a nueve años y seis meses de prisión por el juez Sergio Moro. Es la primera vez en la historia de Brasil que un ex presidente es condenado por corrupción pasiva.
Lula permanecía en prisión desde el 7 de abril de 2018, tras un juicio que ha sido considerado una persecución judicial en su contra para impedir su postulación como candidato presidencial. Sin embargo, una resolución del Supremo Tribunal Federal dejó en libertad el pasado 8 de noviembre al ex presidente, debido a que los supuestos actos corruptos nunca se le pudieron comprobar.
Después de 580 días de reclusión, Luiz Inácio Lula da Silva salió de la cárcel entre aplausos de una multitud que lo esperaba, dándole la fuerza y el poder para luchar contra Jair Bolsonaro, actual mandatario de Brasil.
Lula da Silva mas fuerte que nunca les dijo a sus seguidores: “Quiero que todos sepan que quisieron encarcelar una idea y las ideas no se encierran, no se matan”.
Los defensores del ex mandatario argumentaron hace unos meses la parcialidad del juez Sergio Moro, quien llevó el caso, así como del fiscal de Brasil Delta Dallagno, se cree tienen motivaciones políticas.
Lula ahora en libertad dijo a sus seguidores: “He vuelto”, llevando a la locura a la multitud de militantes y admiradores que se reunieron este sábado frente al Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos de Sâo Bernardo do Campo, su cuna política. Durante casi una hora, encima de un camión y con transmisión en director por las televisiones de pago e Internet, el ex presidente brasileño pronunció un discurso virulento y creado para animar a sus fieles votantes. Atacó a Jair Bolsonaro y su política económica, a Sergio Moro, el juez que lo condenó y que ahora es ministro de Justicia, y a Globo, el mayor grupo mediático del país.
En su regreso, apostó por aumentar la polarización política y embarcarse en una precoz carrera presidencial. Fue explícito: “Si utilizamos la cabeza y trabajamos bien, en 2022 la denominada izquierda a la que Bolsonaro tanto teme derrotará a la ultraderecha”.
Para mí Bolsonaro por vanidad, egoísmo o ignorancia ha cometido grades errores en su gobierno, no solo por estar insultando a otros presidentes –imitando a Trump, pero sin su poder–, sino también su indiferencia y egocentrismo, al rechazar toda ayuda para acabar rápidamente con los incendios en las Amazonas.
La liberación de Lula enciende la esperanza de reanimar a una oposición endeble, su resistencia le dio la fuerza para ahora criminalizar a aquellos que actuaron en su contra, su popularidad va en aumento y al día de hoy las circunstancias están a su favor, recordando que aquel que regresa, regresa más fuerte.
* Tomado de “El Mañana”.
Reynosa, Lunes 11 Nov. 2019.
Ventaneando, Lunes de 18 de Noviembre de 2019.