AHORA que con tanta frecuencia se recurre a los llamados grupos de edad, conviene prestar atención a uno de ellos, bastante numeroso y cuya composición va en aumento. Se trata de las mujeres posmenopáusicas, es decir, aquellas que han tenido su última menstruación al menos un año antes y, por tanto, están expuestas a sufrir alguno de los trastornos característicos de su nueva situación. (Nota de 2021: Un grupo formado en España hace un cuarto de siglo por casi 4.600.000 personas).
Así se pone de manifiesto en el Libro Blanco sobre la Mujer Posmenopáusica, que acaba de ser presentado en Madrid. El estudio, que analiza de forma pormenorizada la problemática de este período, señala que el 90% de las mujeres entre 45 y 65 años sufre trastornos climatéricos, con la consiguiente alteración de su calidad de vida.
Los más habituales son los sofocos, las sudoraciones, el insomnio, la depresión, la ansiedad y la disminución de la líbido y la apetencia sexual. A éstos hay que añadir el riesgo de padecer patologías más graves, como la osteoporosis y las enfermedades cardiovasculares.
Información y Consulta. Por lo general, las mujeres españolas suelen estar bien informadas sobre su proceso, tanto por lo que respecta a los síntomas como a las posibles consecuencias en su organismo a largo plazo. Sin embargo, quizá precisamente por eso, la mitad de ellas no acude al médico cuando aparece alguno de los trastornos señalados. Pero eso no es todo: un 46% niega que la menopausia sea siquiera un problema y, de las que sí lo ven así, casi un 40% lo considera “el principio del fin”.
Una idea sin duda heredada de épocas no muy lejanas, cuando la mujer vivía su menopausia poco menos como algo inconfesable. Asociaba la pérdida de su capacidad reproductiva al ocaso de su encanto, y realmente llegaba a pensar que había desaparecido todo su atractivo. Además, el aumento de peso que suele acompañar a este período no venía precisamente a elevar su ya maltrecha moral.
Según el estudio de referencia, realizado por el Gabinete de Estudios Sociológicos Bernard Krief, el 73% de las mujeres menopáusicas sufre sofocos; el 50%, dolor en las articulaciones; el 47% depresión; el 44%, ansiedad; el 35% nota un súbito envejecimiento de la piel; a un 15% se le empieza a caer el cabello, y más de un 10% experimenta dolor al mantener relaciones sexuales.
Con semejantes síntomas lo normal sería acudir al médico o, mejor aún, al ginecólogo, pero muchas prefieren sufrir las molestias en silencio.
Terapias hormonales. Además, las que visitan al especialista pueden ver aliviados sus síntomas climatéricos gracias a diversos antidepresivos, ansiolíticos y vitaminas. Junto a ellos, en los últimos años se han desarrollado satisfactoriamente las llamadas Terapias Hormonales de Sustitución (THS), que también previenen de diversos riesgos futuros, sobre todo cardiovasculares y de osteoporosis.
Sin embargo, apenas 5% de las mujeres españolas reciben THS, cifra muy inferior a la de otros países occidentales.
Este es un hecho que se explica por dos razones: Primera, porque están contraindicadas en el caso de ciertas pacientes –lo cual debe valorar el facultativo–, y, segunda, porque muchas mujeres se niegan a someterse a este tipo de tratamiento. Conciben las hormonas como algo artificial y peligroso.
Actitudes muy dispares. A la hora de enfrentarse a la menopausia, este Libro Blanco divide a las mujeres en cuatro grupos.
El primero de ellos engloba a quienes adoptan una negación moderada de su sintomatología, aunque son partidarias de la medicación.
En el segundo figuran mujeres mucho más radicales en cuanto a la negación de su problema y que no quieren saber nada de fármacos.
Al tercero pertenecen aquellas otras con una actitud fatalista ante su situación pero favorables al tratamiento, ya que viven este período como algo enfermizo.
Por último, un porcentaje de mujeres tiene un planteamiento más racional y moderado: entienden la menopausia como un proceso que, aunque natural, no debe ser despreciado ni dramatizado.
En síntesis, la cuestión es que nueve de cada diez mujeres sufren trastornos derivados de esta situación, aunque más de la mitad de ellas no acuden al médico.
* Tomado de la revista “Tribuna”.
Madrid, España; Año VIII, No. 411.
11 de Marzo de 1996; 400 Ptas.
Ventaneando, Lunes 11 de Octubre de 2021.