Si aún viviera, el empresario y político Juan Antonio Guajardo Anzaldúa cumpliría 61 años mañana día 30. Pero hace doce años no alcanzó a llegar a la fecha. Un día antes, la tarde del 29 de noviembre de 2007, fue acribillado a balazos al salir de su oficina en el centro de Río Bravo. Iba a celebrar su cumpleaños 49.
Se trató de un operativo bien tramado por quienes ordenaron su ejecución. Las comunicaciones telefónicas dejaron de funcionar en la zona. Los cuerpos policiacos municipales, estatales y federales se ausentaron de la ciudad. Y las calles del área fueron bloqueadas con camionetas para facilitar la circulación de los dos vehículos cerrados desde los que se dispararon más de un centenar de proyectiles en contra de Guajardo y cinco acompañantes, entre ellos dos agentes federales encargados de su protección.
Pocos testigos han accedido a narrar los hechos. Mas, según los contados testimonios conseguidos, fueron tres las camionetas que arrancaron a toda velocidad al momento que Juan Antonio caminaba por la banqueta. Se trató de una Suburban y una Cherokee al frente, así como de una pick up atrás. De las dos primeras individuos emboscados abrieron el fuego contra el grupo, a las 5:40 de la tarde. Pero fue del tercer vehículo de donde se disparó directamente a Guajardo, haciendo blanco en varias partes de su cuerpo.
Incluso un sicario descendió de la pick al detener su marcha frente a aquel cuadro de cuerpos caídos y ensangrentados. El sujeto se encaminó parsimoniosamente hacia el lugar donde yacía agonizante el licenciado Guajardo Anzaldúa y lo remató de tres tiros en la cabeza. Su labor consistió en asegurarse que estaba bien muerto.
Esto ocurrió veintitrés días después que el riobravense denunciara a las autoridades federales que su casa de campaña como candidato para ser por tercera ocasión presidente municipal, se vio rodeada por gente que portaba armas largas.
Así terminó sus días el joven que fue: Presidente Municipal en dos ejercicios (1993-1995 y 2002-), senador por tres semanas (1994), diputado local (1996-1998) y diputado federal en dos períodos (1997-2000 y 2003-2006).
Este crimen múltiple hasta ahora no ha sido esclarecido. Permanece impune.