Muchas son las personas que dicen querer tener una buena memoria. A todos nos pasa que olvidamos algún evento importante al que asistir, dónde dejamos las llaves del coche, qué comimos anoche, etcétera.
Uno podría pensar que tener buena memoria es algo fabuloso. Y tener una excelente memoria está por demás ¡genial! Pero déjame asegurarte que en toda tu vida nunca desearás padecer este extraño síndrome.
IMAGINA no ser capaz de olvidar hasta el más mínimo detalle de lo que viste mientras caminabas a casa ¡hace 30 años! En la actualidad solo se conocen de seis casos de hipermnesia.
La palabra proviene del griego y su traducción bien puede ser “exceso de recuerdo”. Ahora, ¿qué es eso exactamente?
Se conoce así a la capacidad de un ser humano de no olvidar cosas, eventos, situaciones, listados de fechas, horas, entre otros. Las pruebas realizadas explican que estas personas son capaces de recordar hasta el detalle más insignificante de cualquier situación.
Recordar absurdamente todo lo que ha ocurrido en su vida puede llegar a atormentar a estos individuos, ya que hasta el último detalle de una mala experiencia permanecerá por siempre en su memoria.
Algunos pensarán que debido a esta capacidad la persona es más inteligente, pero resulta no ser verdad.
Algunos de los incidentes de hipermnesia que se conocen, son de personas con algún tipo de retraso mental, autismo y solo algunos pocos presentaban capacidades cognitivas normales.
También se pueden “sobrecalentar”. Por ejemplo, si se les pide que recuerden un auto, por su cabeza aparecerán recuerdos de millones de autos que han visto a lo largo de los años, así como modelos, matrículas, colores, entre otros. Lo mismo si les preguntas sobre cualquier otra cosa. Se conoce muy poco sobre este tipo de síndrome. Uno de los más populares y el primero registrado en la historia es el de Solomon Shereshevsky.
Solomon Shereshevsky
El reportero que lo recordaba todo
Era un periodista en los años de 1900, residente de Moscú. Él tenía la peculiaridad de que nunca llevaba libreta y pluma a todo lugar a donde iba a cubrir notas. Al darse cuenta de esto, su superior intentó evidenciarlo como farsante, a lo que él respondió que no necesitaba llevar lápiz y papel porque recordaba todo lo acontecido, palabra por palabra.
El mismo Solomon desconocía que su capacidad fuera extraordinaria. Su editor en jefe estaba tan sorprendido que lo puso en contacto con el experto Alexander Romanovich Luria, neurólogo de la época.
En su primera sesión Luria le leyó series de números, fórmulas matemáticas, poemas así como textos en otros idiomas, y efectivamente el periodista pudo repetirlos con lujo de detalles, incluso en sentido inverso. Este fue el punto de inflexión que llevó al neuropsicólogo a estudiar el caso durante los siguientes 30 años y a documentar el primer caso de hipermnesia.
Pese a las apariencias, la vida de Solomon era difícil. Al darse cuenta de que tenía un don especial comenzó a ganarse la vida con él mostrando sus habilidades en diversos bares de la ciudad, pero había varios impedimentos al momento de realizar sus actos. Para ejecutarlos él necesitaba la máxima concentración, el menor ruido podía “borrar sus datos”.
Sin embargo, además de la hipermnesia también padecía de sinestesia, una condición en la que los sentidos se entremezclan, es decir, para Shereshevsky las palabras tenían colores, sabores y peso, lo cual le ocasionaba problemas cuando quería comer y leer el periódico al mismo tiempo.
También le llevaba mucho tiempo poder sostener una conversación con alguien. Debido a la cantidad de datos que retenía, tomar una decisión le resultaba absolutamente imposible.
Luria incluso llegó a describir en uno de sus libros como que Solomon a veces parecía padecer algún tipo de retraso mental.
Todo eso nos lleva a colegir que es verdad lo que sostuvo la actriz sueca Ingrid Bergman: “Para ser feliz basta con tener buena salud y… mala memoria”.
Ventaneando, Lunes 9 de Noviembre de 2020.
* Tomado de “Lights Magazine”.
Nuevo Laredo; No. 14, Mayo de 2016