Periodista.
MÉXICO VISTO POR EL MUNDO
El escándalo del siglo
NOTA DE ‘VENTANEANDO’: Este texto se publicó en Septiembre de 1998. Todavía no se conocía bien a bien la dimensión ni la cuantía del problema económico que el gobierno federal le endilgó a los contribuyentes, al convertir la deuda privada de los bancos y los banqueros en deuda pública, irremisiblemente pagadera por el pueblo mexicano en no menos de 20 años.
EN su edición del 19 de agosto de 1998, la revista “Newsweek en español” aborda un tema que ha sido catalogado por muchos como el escándalo bancario más grande del siglo XX, el cual desde que se dio a conocer hasta últimas fechas ha alcanzado dimensiones verdaderamente insospechadas, logrando mantener a la expectativa todo el interés nacional e internacional en torno al caso como lo es el Fobaproa (Fondo Bancario de Protección al Ahorro).
Entre historia vieja y no, a “Zedillo le tocó heredar tres cuartas partes del desorden actual de su predecesor, Carlos Salinas de Gortari. Mientras los reformistas económicos alabaron a Salinas por privatizar los bancos de México a principios de la década de los años 90. Con el tiempo, sin embargo, quedó en evidencia que muchos de los nuevos dueños sabían muy poco de los bancos. Algunas de sus prácticas bancarias –por ejemplo, hacer empréstitos sin aval–, fueron imprudentes. Otras, como supuestos préstamos a sí mismos, fueron ilegales, haciendo que los bancos empezaran a derrumbarse”, asevera el artículo de Martha Brant, que lleva por nombre “Escándalo bancario”.
Es obvio que el manejo de los bancos por gente inexperta desde un principio presagiaba un final funesto, ya que desde que el presidente Ernesto Zedillo asumió el poder en 1994, se originó el boom a la crisis del peso que todos conocemos, y los pagos mensuales de préstamos subieron hasta en un 500 por ciento, lo que en algún momento le llevó como medida extrema a apuntalar a los bancos, comprando los préstamos impagos a cambio de pagarés.
Desde entonces mucho se ha escrito con respecto a esta circunstancia, en donde la oposición llegó a jurar y perjurar que el gobierno cometió fraude, ya que según el artículo le dio trato preferencial a algunos “poderosos partidarios del PRI y, posiblemente, a los contribuyentes de la campaña”, a lo que el gobierno rebatió que no tenía nada que esconder y que todo lo hizo para sacar avante a los bancos.
Lo del Fobaproa actualmente es parte de un problema que en vez de haberse venido resolviendo se ha ido complicando cada vez más, ya que se estipula que lo que se debe es equivalente a la tercera parte de la deuda externa mexicana, que son 65,000 millones de dólares aproximadamente.
El verdadero miedo que se tiene de este desastre bancario radica en la posibilidad de ser considerado en su momento como deuda pública, lo que mantiene “temblando” a los millones de contribuyentes, que son los que en primera instancia pagarían con sus impuestos las deudas de otros, que paradógicamente son económicamente solubles por sus acaudaladas riquezas que en nada se comparan con las del mismo pueblo, ya que están involucradas tanto empresas de vidrios, construcción de líneas de autobuses, bancos y hombres, que por sus riquezas se conocen en todo el mundo, y que al parecer son algunos de los beneficiarios del Fobaproa.
Dicho en otra forma, Fobaproa, que como ya mencioné significa Fondo Bancario de Protección al Ahorro, llegará a convertirse en una inyección letal que cobrará a los mexicanos sus ahorros futuros sin que éstos, en un momento estipulado, tengan voz y voto.
Todo lo que ha girado en torno a este organismo ha puesto de cabeza a muchas conciencias y poco a poco se ha ido convirtiendo en una guerra de partidos, puesto que, según el artículo, “hace un año podía haberse presentado el proyecto de ley por los 65,000 millones de dólares, cuando el PRI todavía tenía mayoría en el Congreso. Pero en vez de eso, la legislación llegó sin aviso una tarde de abril pasado. A lo que los congresistas dicen que no tienen idea de cuánto había en él hasta ese día”. Y ante lo que el diputado Santiago Creel, del conservador Partido de Acción Nacional (PAN), asegura que fue una sorpresa cuando repentinamente pidieron que cobraran ese monto a los contribuyentes, lo que para él sonaba ilógico, y un tanto cuestionable.
Se estima que esa deuda tendrá que ser pagada hasta en poco más de 20 años, lo que agrava el panorama futuro de nuestro país, dado que habrá más precariedades en el seno de las familias mexicanas.
Hoy en día, existen listas que incluyen a un sinnúmero de beneficiarios del Fobaproa, pero el PRI considera que no deben publicitarse los nombres a la opinión pública, y el portavoz del Ministerio de Hacienda, Marco Provencio, cree “que es un linchamiento” y desautoriza la lista por considerarla inexacta e ilegal.
Lo que sí es verdaderamente cierto, es que el que deba que pague, y no esperar a que otros carguen con el muertito; ¿o no?
* Tomado de “Revista de Revistas”,
órgano del periódico “Excélsior”;
No. 4468; Septiembre de 1998.
Ventaneando, Martes 31 de Marzo de 2020.