Periodista.
(Columna ‘Artículo de Fondo’ escrita hace 7 años)
HACE unos años hubiera estado seguro que esta columna la leerías en papel en un periódico o revista. Ya no. Es muy posible que la estés leyendo en una computadora o en un celular. El futuro ya llegó.
Estamos viendo el fin del papel. La Internet es la nueva reina de los medios de comunicación, y el rey papel está moribundo. Diarios en todo Estados Unidos están cerrando debido a la Internet. Después de todo, con una tecnología tan rápida disponible ¿para qué esperar a leer mañana las noticias de hoy? Y la competencia de los medios tradicionales está desapareciendo rápidamente.
Vivo en una ciudad grande con un solo periódico, y afortunadamente El Miami Herald tiene muy buenos periodistas. Pero la calidad del periodismo sería aún mejor si compitiera con otro diario –lo cual probablemente no va a pasar.
En Estados Unidos la mayoría de la gente informa que su fuente principal de noticias es la Internet y no los tradicionales periódicos impresos. En una encuesta hecha en diciembre, el 41 por ciento de los encuestados por el Pew Research Center dijo que considera a la Internet su fuente primaria de noticias, en comparación con31 por ciento que obtiene la mayor parte de su información en los periódicos.
El 65 por ciento de los entrevistados de entre 18 y 29 años de edad busca las noticias en Internet –cerca del doble del número registrado hace tres años–, y sólo 21 por ciento depende de los diarios impresos. El Pew Center añade que en 2010 la Internet superó a la televisión como fuente principal de noticias nacionales e internacionales para personas menores de 30 años–, la primera vez que esto ha ocurrido.
Estas estadísticas no necesariamente me extrañan. Como he mencionado antes, mi hija de 24 años lee The New York Times por Internet mientras yo lo sigo recibiendo, religiosamente, en papel todos los días a las siete de la mañana.
La súbita migración de sus lectores a la Internet ha significado un cambio profundo para el periodismo tradicional. Es muy probable que continúen los despidos en las estaciones de TV, en las radiodifusoras y en la industria de los medios de comunicación impresos, a medida que los presupuestos sean cada vez menores. Esto también quiere decir que los periodistas deben adaptar sus reportajes para satisfacer la demanda de las audiencias electrónicas de noticias al instante o correr el riesgo de ser irrelevantes. Todo parece indicar que el futuro es ahora.
En el mundo de los libros también estamos viendo el fin del papel. La empresa Borders Group Inc. –con 19 mil empleados en más de 650 librerías–, se ha registrado legalmente para obtener protección por bancarrota. Aunque las razones financieras son complicadas, el tema central es obvio: no pudo vender suficientes libros. Así, una empresa fundada en 1971 –que fue durante algún tiempo la segunda cadena de librerías más importante del país–, corre ahhora el riesgo de desaparecer.
Los problema de Borders en cuanto a vender libros son comprensibles: La gente empieza a preferir la pantalla al papel. Como evidencia, basta ver a Amazon, que tiene más de 800,000 títulos que pueden leerse en Kindle. La empresa informó que en los últimos tres meses del 2010 vendió más libros electrónicos que libros impresos: Por cada 100 libros de papel (paperbacks) que Amazon vendió, los lectores adquirieron 115 libros electrónicos.
Así, además de evitar la tala de bosques, la actual declinación en las ventas de libros impresos podría significar que algunas empresas prosperan. Las ventas de Amazon aumentaron un 40 por ciento en el 2010. Nada mal para un país que todavía trata de recuperarse de una crisis económica.
Esta revolución sin papel también está tumbando gobiernos. La última vez que un periódico tuvo realmente un impacto en la política y el gobierno estadunidense fue en 1974, cuando reportajes de The Washington Post provocaron la dimisión del Presidente Richard Nixon como consecuencia del escándalo Watergate.
Hoy, las comunicaciones por Internet están generando revoluciones en todo el mundo árabe. Ya cayeron los regímenes de Túnez y Egipto. Otros vendrán después.
Como escribió Mario Vargas Llosa, laureado con el Nobel de Literatura, en un ensayo reciente: “La revolución de la información ha ido agujereando por doquier los rígidos sistemas de censura que las satrapías árabes habían instalado. La telefonía móvil, el Internet, los blogs, el Facebook, el Twitter, las cadenas internacionales de televisión y demás resortes de la tecnología audiovisual han llevado a todos los rincones del mundo la realidad de nuestro tiempo y forzado las comparaciones”.
De hecho, el fin del papel está provocando cambiossociales gigantescos; el poder revolucionario de Internet y las nuevas tecnologías relacionadas es innegable.
El papel, desde luego, no va a desaparecer del todo. En mi caso, las cartas más personales y los asuntos más importantes aún los escribo y guardo en papel, como lo hacen, estoy seguro, muchas otras personas. Todavía prefiero sentir, oler, tocar y leer un libro de papel que tenerlo en mi iPad.
Pero en las formas en que nos informamos acerca del mundo, las cosas ya han cambiado. Las pantallas están reemplazando al papel y, nos guste o no, hay que darle vuelta a la página.
(Jorge Ramos: Periodista ganador de un Emmy, es el principal presentador de noticias de ‘Univision Network’. Nacido en Durango, México, Ramos es autor de nueve libros de grandes ventas; más recientemente de “A Country for All: An Immigrant Manifesto”).
* Tomado de Internet.
Miércoles 23 Febrero 2011.
Ventaneando, Lunes 19 de Febrero de 2018.