LA vida moderna nos obliga a tener muchas actividades a lo largo del día, lo cual nos deja muy poco tiempo para estar tranquilos y relajados. Todo esto nos provoca estrés, el cual nos afecta demasiado la salud y, particularmente en el caso de quienes padecen diabetes, tiende a subir en nivel de la glucosa en la sangre. Es por estos motivos que debemos aprender a controlarlo para mantener una vida saludable.
El estrés es una tensión emocional que surge como una respuesta de nuestro organismo a determinadas situaciones, ya sean positivas o negativas. Existe estrés positivo, el cual nos ayuda a levantarnos, a trabajar o estudiar; también existe el negativo, que afecta de manera notable nuestra salud.
CUÁNDO TENEMOS ESTRÉS
El estrés genera en el cuerpo una respuesta de emergencia, que tiene como función prepararnos para combatir o alejarnos de un peligro.
En el momento en que el cuerpo percibe una situación estresante aumenta la producción de adrenalina, que es llamada la “hormona de las emergencias”. Para poder afrontar ese peligro, dicha hormona ocasiona algunas reacciones en el cuerpo, tales como:
—El aumento en los latidos del corazón y la fuerza con que circula la sangre por las arterias. Reacción que provoca un aumento en la presión arterial.
—La actividad del sistema digestivo se detiene, debido a que la sangre fluye únicamente hacia los músculos.
El hígado, que se encarga de almacenar una determinada cantidad de grasas y glucosa para las emergencias, envía dichos componentes al torrente sanguíneo con el fin de que estén disponibles por si se necesitan; esto provoca que aumenten las cifras de glucosa y grasas en la sangre. Si no se utilizan estos componentes, se quedan en la sangre.
CONTROLANDO EL ESTRÉS
Existen diversas maneras de controlar el estrés, que si se ponen en práctica ayudan de manera general. Algunas de ellas son las siguientes:
CONTACTO CON LA NATURALEZA: Cualquier tipo de contacto con la naturaleza es una alternativa para controlar el estrés: dar un paseo por el campo, caminar en un parque, regar las plantas de nuestro jardín, comprar flores, escuchar el canto de las aves, etcétera.
EL EJERCICIO: Como ya lo hemos mencionado, el ejercicio es una de las alternativas para mantener una buena salud y determinados niveles de glucosa en la sangre. Además de que ayuda a combatir el estrés y a controlar el peso corporal, la presión arterial y el colesterol.
YOGA O MEDITACIÓN: Acudiendo a cualquiera de estas dos disciplinas ancestrales podemos encontrar la relajación, por medio de una respiración profunda. Ambas son fáciles de practicar si se siguen las instrucciones de una persona especializada en el tema.
MASAJE: El masaje relaja inmediatamente todo el cuerpo, sin importar si éste es profesional o no. Sin embargo, los más convenientes son los que llevan a cabo los especialistas, ya que ellos saben cuáles son los puntos principales de relajación.
REIR: La risa tiene un poder curativo enorme, además de que es un relajante natural que brinda muchos beneficios. Por ello médicamente se recomienda incluir en las actividades diarias sesiones de risoterapia, practicable mediante el disfrute de videos cómicos o la lectura de publicaciones especializadas en chistes.
MÚSICA SUAVE: La música instrumental o de ritmos suaves ayuda a encontrar la tranquilidad. La música puede escucharse tanto en la comodidad de su hogar o en el automóvil, por lo que es una buena opción.
Controlar el estrés puede ser una tarea sencilla si en nuestras actividades rutinarias agregamos una que nos brinde relajación y tranquilidad. Al disminuir de manera considerable el estrés nos sentiremos mucho mejor y de esta forma podremos controlar esta enfermedad.
* Tomado de la revista mensual
“Especial Medicina Alternativa”.
Ciudad de México, Abril de 2006.
Ventaneando, Reynosa, Lunes 13 de Septiembre de 2021.