Sin el Velo de lo Prohibido
La sexóloga Vivianne Hiriart señala que hablar de este tema con los niños y los adolescentes contribuye a que éstos retrasen el inicio de su vida sexual en beneficio de la salud.
ESTÁ equivocado quien piensa que hablar de la sexualidad con los niños motivará que se despierte su curiosidad e inicien su actividad sexual. Por el contrario, está demostrado en diversos estudios que hablar de ese tema con los niños y adolescentes contribuye a que retrasen el inicio de su vida sexual, en beneficio de la salud y sostengan relaciones sexuales de manera responsable, aseguró la sexóloga Vivianne Hiriart.
La escritora del libro “Cómo hablar de sexualidad con sus hijos”, agregó que perder el temor para hablar de sexualidad en la familia también evita los embarazos no deseados y las enfermedades de transmisión sexual por no usar métodos anticonceptivos.
“Si a los hijos les mandamos el mensaje de que la sexualidad es algo prohibido, es probable que cuando inicien su vida sexual no usarán métodos anticonceptivos por miedo a que los sorprendan”, explicó.
También señaló que la educación sexual funciona como medida preventiva ante posibles abusos sexuales, pues les ayuda a que conozcan su cuerpo y puedan decir “no, esto no me gusta”; o pedir auxilio ante la pretensión de alguna persona que quiera abusar de ellos, además de tener la seguridad de que sus padres les van a creer y los van a respaldar.
La especialista en educación sexual aconseja a los padres de familia que cuando aborden el tema de la sexualidad eviten emplear términos como “eso”, “ahí abajo”, “donde te platiqué” o “el ya sabes” para nombrar a los genitales, pues son partes del cuerpo humano tan naturales como el ombligo o la oreja y así se elimina la “carga cultural” de lo prohibido.
Además, saber el nombre real de sus órganos sexuales les permite aprender más sobre ellos, cuidarlos, tener buena higiene y comunicar si tienen alguna molestia o si alguien los ha tocado de manera inapropiada.
Se le preguntó a la sexóloga: ¿Cuándo se debe hablar de ese tema con los hijos? Y respondió, al profundizar sus orientaciones en la entrevista:
–Esa es la pregunta que se hacen todos los padres. Lo primero que hay que saber es cómo definimos sexualidad porque de forma constante estamos dando mensajes a nuestros hijos sin percatarnos. Es importante que no se circunscriba la sexualidad al solo hecho de tener relaciones sexuales, porque el sexo tiene qué ver con otros aspectos biológicos, sociales, culturales y emocionales. Y sobre la pregunta de cuándo hablar con ellos sobre sexualidad, pues es cuando ellos empiezan a plantear dudas sobre las relaciones amorosas, la menstruación o el nacimiento, o cuando se está ante un anuncio o una película que aborda el tema y hay que explicarles las situaciones.
Algunos padres no hablan sobre sexualidad con sus hijos, porque simplemente no conocen del tema y en su generación no hubo nadie que les explicara. ¿Qué recomendación les da a ellos?
–Que se informen. Precisamente este libro es una herramienta más que plantea diversas alternativas para que los padres sepan cómo abordar la curiosidad de los niños y que no sólo se quede en la parte de la biología.
¿Qué papel debe jugar la escuela en este proceso?
–Mi anterior libro se llamó “Educación sexual en la escuela” y aborda este tema. Lo ideal es que en la escuela y en la familia hubiera la misma línea, pero si en la familia se habla sobre sexualidad y en la escuela el niño se enfrenta al castigo de la maestra por hablar de ese tema con sus compañeros, esas bases que adquirió en familia le ayudan a comprender cómo enfrentar diferentes situaciones como esa.
¿La educación sexual es tarea de ambos padres?, porque por lo regular la mamá es la que habla con la hija y el papá con el hijo.
–Sí, es importante que los dos se involucren porque en nuestra vida siempre convivimos mujeres y hombres. Si separamos a mujeres y hombres para hablar de sexualidad sólo abrimos más la brecha de comunicación y por eso es que entre las parejas no se habla de eso. Los hombres, por ejemplo, deben saber de la menstruación porque eso les ayuda a comprender al otro sexo.
En el libro, editado por Paidós, la autora explica a los padres cómo afrontar las manifestaciones sexuales de sus hijos en la niñez, la pubertad y la adolescencia, y cómo acompañarlos en ese proceso.
* Tomado de “El Universal”.
Domingo, 11 Diciembre 2005.
Ventaneando, Lunes 5 de Agosto de 2019.