Para especialistas y economistas norteamericano y europeos, aún no es posible lograr la estabilidad de precios, mantener el crecimiento económico y mantener estabilidad financiera al mismo tiempo en las principales economías de Estados Unidos, América Latina, Asia y Europa.
Los esfuerzos dedicados por la Reserva Federal en los EEUU (FED), que han sido imitados por la mayoría de bancos centrales del mundo, no han logrado abatir del todo la inflación del índice general de precios, sobre todo de la llamada inflación subyacente, que es aquella que se retiran de su indicador los productos con más volatilidad, que son los productos básicos alimenticios y de los energéticos.
De acuerdo a lo publicado este lunes en El Economista, en un discurso el pasado viernes, Lisa Cook, miembro del comité de la FED que fija las tasas de interés, advirtió que la inflación subyacente, donde no se incluyen precios volátiles como los alimentos o la energía, permanece elevada en EEUU y muy por encima del nivel que le gustaría ver a la FED.
Por otro lado, El Banco Central Europeo (BCE) aún tiene un “pequeño camino” por recorrer con las alzas de las tasas para vencer a la inflación subyacente, declaró el responsable de política económica de la entidad, Francois Villeroy de Galhau.
Para Nouriel Roubini, “no es posible lograr la estabilidad de precios, mantener el crecimiento económico y mantener estabilidad financiera al mismo tiempo”, sentenció el economista que predijo la crisis financiera mundial del 2008.
Para nuestro pais, en México no podemos festejar también que se haya logrado la necesaria estabilidad de precios con un alto crecimiento económico del Producto Interno Bruto (PIB), no obstante que el Banco de México ha sido consistente en imitar las políticas de la FED, con los incrementos paulatino de las tasas de interés que, desde la semana pasada con el aumento decretado de un cuarto de punto, hoy se estableció en 11.5% anual.
Si bien, la inflación al cierre de la primera quincena de marzo de este año se situó en menos del 7.12%, con una ligera disminución de la cerca de 8% que llegó a registrar, la inflación subyacente sigue siendo muy alta en nuestro país.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) situó la inflación en México en 7.12% al finalizar la primera quincena de marzo, de acuerdo con datos del Índice Nacional de Precios al Consumidor. Se trata de la cuarta quincena con disminuciones en los precios tras alcanzar su nivel más alto en agosto de 2022, estas reducciones en México, han sido gracias a las bajas de los precios agropecuarios y los energéticos.
Pero, sin embargo, la inflación subyacente, que no tiene en cuenta a los alimentos frescos ni la energía por su volatilidad y que determina la trayectoria de la inflación general, se mantiene en un rango alto, al aumentar 0.30% a tasa quincenal y se fija en 8.15% a tasa anual.
Al interior del índice subyacente, los precios de las mercancías incrementaron 10.26%, mientras que los servicios en 5.68%. Para la inflación no subyacente, la tasa anual fue de 4.15% en los primeros quince días de marzo. Dentro de sus componentes, los productos agropecuarios se encarecieron en 8.11%, mientras que los energéticos y las tarifas autorizadas por el gobierno subieron un 1.05%.
En México, los productos y servicios que más se encarecieron en la última quincena fueron el transporte aéreo, con un alza de 17.96%, el limón, limón con 15.29%, los servicios turísticos en paquete, con una subida de 4.86%, y la tortilla de maíz, alimento base de los mexicanos, registró una escalada de 0.70%.
Por su parte, en cuanto las estimaciones del crecimiento económico mexicano, de acuerdo al Banco de México se han revisado a la baja sus previsiones de crecimiento del PIB hasta el 1.6% en el año 2023, dos décimas menos que en su último informe trimestral publicado en el mes de octubre del 2022.
A su vez, el banco central ha reducido en tres décimas la expansión de la economía mexicana en el año 2024, que sería del 1.8% frente al 2.1% que había pronosticado al cierre del tercer trimestre de 2022.
El menor crecimiento esperado para 2023 y 2024 respecto de lo previsto en el informe anterior del Banxico se explica principalmente por un deterioro en las expectativas de crecimiento para la economía de
Estados Unidos y, especialmente, en su actividad industrial.
En cuanto la inflación para el Banxico, esta cerraría el año 2023 en el 4.9% interanual, frente al 4.1% que se calculaba meses atrás. Para el banco, hasta en 2024, los precios se situarían en torno al 3% de meta máxima a finales de ese año, nuevamente un trimestre más tarde de lo que se calculaba inicialmente.
Pero la inflación subyacente, que es la que se ha mantenido más descontrolada, esta disminuiría más lento de lo previamente anticipado, llegando a su objetivo en el cuarto trimestre de 2024, un trimestre más tarde en comparación con la última proyección del Banco de México.
Finalmente, el impacto mayor en la economía mexicana ante este escenario de alta inflación y menor crecimiento económico esperado, se registra en la generación esperada de los empleos formales.
La desaceleración del PIB ocurre en un contexto de alta inflación. La generación de empleo en el primer semestre de 2022 consistió en su totalidad de empleos formales: se eliminaron 97 mil 366 empleos informales, mientras que el empleo formal aumentó en más de medio millón.
La desaceleración en el ritmo de generación de empleos durante el último año y la disminución del poder adquisitivo del ingreso laboral reflejan las consecuencias de un entorno económico de inflación.
En junio de 2022 la población ocupada ascendió a 57.4 millones de personas, al registrar un incremento mensual de 0.5%, equivalente a casi 281 mil puestos adicionales. En términos anuales, el avance en la generación de empleo fue de 4.3%, de modo que se agregaron 2 millones 349 mil 228 puestos desde junio de 2021.
En conclusión, el crecimiento en México dependerá de la evolución de la economía estadounidense dado que es el destino de 76% de las exportaciones totales mexicanas, EEUU crecerá 0.5% en 2023 y por ende, la economía mexicana debería expandirse 0.6% en 2023.
Con menores expectativas de crecimiento para 2023, cercanas a 1%, el mercado laboral se debilitará: habrá un repunte en la tasa de desempleo, caída del empleo formal (afiliados al IMSS) y mayor subocupación…
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