Juchitán Oaxaca, en la entrada del Istmo de Tehuantepec, volvió a ser el filtro de las renovadas Caravanas masivas de migrantes centroamericanos.
Estos éxodos migratorios, se contabilizan en un número promedio diario entre 2 a 3 mil migrantes, caravanas compuestas en su inmensa mayoría de familias enteras, adultos mayores, mujeres y niños, se repite el fenómeno social de observarse menores no acompañados.
Este año la novedad es que los mayores contingentes se suman miles de familias venezolanas, que ya rebasaron por mucho a los centroamericanos, cubanos y haitianos en número.
Incluso ya se vieron rebasados en la organización de caravanas, los otrora dirigentes de pueblos sin fronteras al mundo de los promotores Irineo Mujica y Rodrigo Abeja. Hace 5 días el activista Mujica tuvo que abandonar el frente de las caravanas por contagio de Covid-19.
Al arranque de estas nuevas caravanas, fue de un promedio de 7 mil migrantes desde Tapachula el pasado 30 de octubre.
Familias completas, algunos empujando a menores a bordo de carritos para bebés, mujeres embarazadas, adultos mayores y personas con discapacidad eran parte de los migrantes que, hartos de la lentitud en los trámites para regularizar su situación migratoria, optaban por avanzar en grupo, como una forma de exigir acciones a las autoridades.
Otra organización no gubernamental, Médicos Sin Fronteras ha llegado a contabilizar recientemente hasta mil 400 personas caminando dispersos a lo largo de 250 kilómetros en un solo día desde el mes de octubre. Sin embargo, a partir de noviembre se han estado informando de nuevos contingentes desde Colombia y Panamá, donde el peligroso paso del Darién ya no es noticia que bandas criminales ya tienen controlado dicho paso con controles de recorrido y cobro de piso.
En México, nuevamente se vieron rebasadas las autoridades migratorias del Instituto Nacional de Migración (INM), cuyo director está envuelto en un problema de seguir siendo avanzado el proceso de investigación resultante de la carpeta que lleva la FGR por el fallecimiento de 72 migrantes en Ciudad Juárez Chihuahua.
Ahora la región sur de Chiapas y el Istmo de Tehuantepec se encuentran inmersos en una nueva oleada migratoria que ha batido récords y mantiene a muchas autoridades totalmente desbordadas.
En el sur de México, las oficinas de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) y el INM lucen atestadas y los tumultos han provocado irrupciones violentas y conatos de enfrentamientos entre los extranjeros y la Guardia Nacional que custodia los inmuebles.
Más de 420 mil personas han cruzado irregularmente de Colombia a Panamá por la selva del Darién, frente a las 250 mil de todo 2022, y México rompió en septiembre un nuevo récord en el número de solicitantes de asilo con casi 113 mil solicitudes, un 30% más que el mismo período del año pasado…
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