El último recurso: Deslindarse de su pareja Julia Abdalá Lemus
No desmintió el director de la CFE ninguno de los documentos en que se apoyan los trabajos periodísticos. Incluso confirmó la existencia de sus bienes y sociedades. Pero dijo que no tiene “vínculo jurídico alguno” con JAL, que el patrimonio de él y el de ella son “completamente independientes”; y negó que su hijo León Manuel sea su dependiente económico.
EL director de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett, habló el jueves de su relación con 23 propiedades y 12 empresas suyas, de su pareja Julia Abdalá y sus hijos León Manuel y Alejandra Bartlett Álvarez, que revelamos en dos reportajes.
No desmintió ninguno de los múltiples documentos que acompañaron estos trabajos periodísticos. Incluso confirmó la existencia de esos bienes y sociedades, pero intentó deslindarse de ellos deslindándose también de su pareja Julia Abdalá y de las actividades de su hijo. Sus argumentos:
1.- Bartlett dijo que no tiene “vínculo jurídico alguno” con Julia Abdalá Lemus. Que no tiene matrimonio ni concubinato. Que su patrimonio y el de ella son “completamente independientes” y que no viven bajo el mismo techo.
La vida privada del funcionario no es de nuestro interés. Públicamente, Bartlett y Abadalá son conocidos como pareja desde hace más de 20 años. Hay infinidad de fotografías de la pareja en eventos sociales y de la fundación que ella preside. La propia Abdalá lo ha dicho en entrevistas y ha contado cómo se conocieron.
Hay otros aspectos de la relación entre ambos que están documentados: Julia Abdalá y los hijos de Bartlett, León y Alejandra, compraron en copropiedad una casa de Avenida Tecamachalco 146, en Lomas de San Isidro. Actualmente se construye ahí un edificio de departamentos.
Además, la empresa de Abadalá “Tidure’s by Julia Abadalá”, tiene su domicilio en Manzanillo 15, Col. Roma. Comercial Lebasi, empresa de la que Bartlett es socio y administrador único, está al lado, en Manzanillo 17. Y Cyber Robotics y CBW y Asociados, de León Manuel Bartlett Álvarez, en el siguiente número: el 19.
A todo ello, súmele la relación política. Rodrigo Abdalá Dartigues, sobrino de Julia Abdalá y actual superdelegado del gobierno federal en Puebla, fue secretario particular de Manuel Bartlett Díaz en el Senado, de 2012 a 2018. Su carrera política creció tan rápido de la mano de Bartlett como crecieron los bienes y negocios de su tía y los de los hijos del director de la CFE.
2.- Bartlett dice que no tiene relación con las sociedades enlistadas en nuestros reportajes. “No tengo esas empresas, son invenciones”, dijo.
Los documentos demuestran que Manuel Bartlett Díaz es socio y administrador único de Comercial Lebasi S.A. de C.V. y de Cawaret S.A. de C.V. Estaba obligado a declararlo. Tanto León Manuel como Alejandra Bartlett Álvarez participan en esta segunda empresa.
La casa de Sierra Aconcagua 510, donde es público que vive Bartlett Díaz y cuyo domicilio aparece en su credencial de elector, fue comprada a través de su empresa Cawaret S.A. de C.V. Tampoco la declaró.
La empresa estelar de su hijo León Manuel, llamada Cyber Robotics, ha sido y es contratista del gobierno federal. En el sexenio de Peña Nieto obtuvo contratos por más de 800 millones de pesos. En la actual administración, de Andrés Manuel López Obrador, obtuvo ya un contrato, sin licitación de por medio, con la Secretaría de la Defensa, por 2.2 millones de pesos.
Si su hijo es contratista del gobierno, claramente estaba obligado a declararlo en sus intereses. Que su hijo no sea su dependiente económico no lo exime. Bartlett también declaró en su conferencia que desde hace 10 años su hijo no es su dependiente económico. Sin embargo, los documentos exhiben que el hijo empezó a acumular terrenos en Valle de Bravo desde el año 2001 y a fundar empresas desde el 2007.
Pero no es sólo su hijo. Es también su pareja. La empresa JAL Consultoría Estratégica S.A. de C.V., de Julia Abdalá, ha obtenido por lo menos un contrato con el Fondo de Cultura Económica, en 2009, por 2.7 millones de pesos. En total, los reportajes documentaron cinco empresas del hijo y cinco de la pareja.
Bartlett afirmó ayer: “Lo que he declarado es lo que poseo, ni un peso más ni un peso menos”.
La ley aprobada en 2017 amplió la obligación de los funcionarios sobre sus declaraciones de bienes e intereses. No sólo deben declarar los que “poseen” sino los que “usan” y de los que “gozan”. Y los intereses deben declararlos para que sea la autoridad la que decida si hay conflicto. No puede determinarlo de antemano el funcionario.
Bartlett ayer dijo que seguía la instrucción del Presidente de aclarar todo. Sólo se exhibió descubierto. Tanto, que constantemente tuvo que esconderse tras el Presidente y repetir varias veces que López Obrador ha dicho que confía en él, que no es corrupto, que si lo fuera no estaría trabajando en este gobierno. Vaya “defensa”.
* historiasreportero@gmail.com
Tomado de “El Universal”.
Sábado 28 de Septiembre 2019.
Ventaneando, Lunes 30 de Septiembre de 2019.