WASHINGTON.- El pasado jueves inició en el Senado de Estados Unidos el juicio político en contra de Donald Trump.
El magistrado presidente de la Corte Suprema, John Roberts, juramentó para presidir el ‘impechament’ y de inmediato tomó juramento al pleno del Senado para que garantice “justicia imparcial’’ en el proceso, en el que la Cámara alta fungirá como jurado.
Todos los senadores pónganse de pie, permanezcan de pie y levanten la mano derecha’’, indicó Roberts.
¿Juran solemnemente que en todas las cosas relacionadas con el juicio político contra Donald John Trump, presidente de Estados Unidos, pendiente de resolución, harán justicia imparcial de acuerdo con la Constitución y las leyes, si es así que Dios los ayude?’’, dijo.
De acuerdo con la Constitución, el ministro presidente de la Corte Suprema de Estados Unidos debe presidir el juicio político. Roberts, que desde hace tiempo ha insistido en que los jueces son apolíticos, será un árbitro en el procedimiento y no un participante activo. Los senadores serán quienes al final emitan el veredicto.
Antes, los miembros demócratas de la Cámara de Representantes que emprendieron el caso leyeron formalmente los cargos contra Trump en el Senado.
Siete representantes que actuarán como fiscales, encabezados por Adam Schiff, de la Comisión de Inteligencia, y Jerrold Nadler, de la Comisión de Asuntos Jurídicos, hicieron por segundo día el recorrido solemne por el Capitolio.
La Cámara de Representantes dispuso en su resolución 755 someter a juicio político a Donald John Trump, presidente de Estados Unidos, por delitos y faltas graves’’, afirmó Schiff al dar inicio a la lectura de nueve páginas.
Trump enfrenta un cargo de abusar de su poder presidencial cuando apremió a Ucrania a que investigara al exvicepresidente Joe Biden. También fue acusado de obstruir la subsiguiente investigación del Congreso.
SUMA OTRA DENUNCIA
La Casa Blanca “violó la ley” al congelar ayuda militar para Ucrania con el fin de presionar a su gobierno, afirmó ayer un organismo independiente de control al Ejecutivo, pronunciándose sobre un asunto clave en el juicio político al presidente estadunidense, Donald Trump.
Trump se enfrenta a los cargos de abuso de poder y obstrucción al Congreso por el escándalo ucraniano.
Según los demócratas, la mayor medida de presión consistió en suspender una ayuda militar destinada a Ucrania, enfrascada en un conflicto armado con separatistas prorrusos apoyados por Rusia.
Esos fondos, sin embargo, habían sido aprobados por el Congreso, que es el responsable de autorizar ese tipo de gastos.
La oficina de rendición de cuentas del gobierno señaló que los servicios encargados de asuntos presupuestarios de la Casa Blanca “vulneraron la ley al retener cerca de 214 millones de dólares asignados al Departamento de Defensa para ayuda militar a Ucrania”.
El presidente tiene un poder estrecho y limitado para suspender” fondos asignados por el Congreso, indicó ese organismo.
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