EL 7 de septiembre de 1954, Aurora Jiménez de Palacios llegaba al Palacio Legislativo federal a integrarse a la XLIII Legislatura. El momento era histórico. Se trataba de la primera mujer electa como diputada federal. Su recibimiento corrió a cargo del doctor Norberto Treviño Zapata, presidente de la Cámara.
Con esta elección se materializaban aspiraciones y luchas de mujeres, que desde diferentes trincheras pugnaron por el reconocimiento de su ciudadanía a fin de estar en posibilidad de ejercer prerrogativas como votar y ser electas a un cargo de elección popular.
Tales esfuerzos tuvieron posibilidad de concretarse con la promesa de campaña de Adolfo Ruiz Cortines, candidato a la Presidencia de la República por el Partido Revolucionario Institucional, quien resultó electo y a los pocos días de su toma de protesta, en diciembre de 1952, envió al Congreso de la Unión la iniciativa de reforma de los artículos 34 y 115 Constitucionales.
Por entonces, el artículo 34 conservaba la misma redacción desde la Constitución de 1857, que reconocía como ciudadanos a mexicanos mayores de dieciocho años si eran casados y de 21 si no lo eran; y que tuvieran un modo honesto de vivir. No obstante que su generalidad podía implicar la no exclusión de las mujeres, la Ley para la Elección de Poderes Federales, de 1918, descartaba esta interpretación al reconocer como electores únicamente a los varones.
En la iniciativa el presidente Ruiz Cortines expresamente establecía que la calidad de ciudadanos la tenían los varones y las mujeres. Aprobada por el Congreso y las legislaturas de los Estados, ésta se publicó el 17 de octubre de 1953 en el Diario Oficial de la Federación.
Cabe aclarar que la reforma al artículo 115 Constitucional obedecía a que, por iniciativa del presidente Miguel Alemán Valdés, dicho artículo fue modificado a fin de que las mujeres pudieran votar y ser votadas en elecciones municipales. Con la reforma del 34 tal inclusión resultaba innecesaria.
Respecto a Autora Jiménez, cabe aclarar que en el año de 1953 el Territorio Norte de Baja California se convirtió en Estado, teniendo derecho a otro diputado y un senador más. En diciembre de ese año se autorizó la celebración de elecciones extraordinarias, las cuales se realizaron en julio de 1954, quedando ella electa como diputada.
A nivel federal las mujeres votarían en nuestro país en las elecciones intermedias de 1955 para renovar la Cámara de Diputados, resultando electas estas cuatro mujeres: Margarita García Flores, de Nuevo León; Marcelina Galindo Arce, de Chiapas; Guadalupe Ursúa Flores, de Jalisco y Remedios Albertina Ezeta, del Estado de México.
La introducción en la legislación electoral de cuotas de género para las candidaturas, particularmente en legisladores, ha favorecido el acceso de numerosas mujeres a cargos de elección popular. Sobre todo a partir de criterios jurisdiccionales del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que lograron hacerlas efectivas.
En el 2014 se elevó a nivel Constitucional la obligación de los partidos políticos de observar la paridad de género en las candidaturas a legisladores y ello se ha visto reflejado en la integración de órganos legislativos federales y locales.
En Tamaulipas, como resultado de las elecciones del 4 de junio de 2016, el Congreso local compuesto de 36 curules cuenta con 16 diputadas, lo que representa un 44% de mujeres. Sin duda un logro inédito y alentador. Queda como asignatura pendiente que lleguen a esos cargos quienes tengan los méritos y el perfil para obtenerlos.
* Abogada, experta en temas electorales.
Ventaneando, Lunes 5 de Septiembre de 2022.